Un Bernabéu a reventar se rindió a Cristiano
Lleno total en el estadio blanco para ver la final en pantallas gigantes
La afición respondió a la llamada del club: hubo lleno hasta la bandera en el Bernabéu para ver la final a través de las ocho pantallas gigantes que se instalaron. El público se rindió a Cristiano y cuando Asensio hizo el cuarto el estadio blanco ya se había convertido en una fiesta.
No era Cardiff, pero la emoción vivida en el Bernabéu fue idéntica. 80.000 madridistas abarrotaron el estadio blanco para ver la final a través de las ocho pantallas gigantes que se instalaron (es la primera vez que se llena, ya que en las finales de 2014 y 2016 el cuarto anfieatro no se ocupó). El propio club había alentado a la afición en las semanas previas para llenar el campo y la respuesta fue contundente.
El inicio del encuentro dejó un poco fríos a los asistentes, que reaccionaron con el paradón de Keylor a Pjanic en los instantes iniciales: “¡Madrid, Madrid!”, comenzó a gritar la gente tras esa jugada mientras pitaba a Dani Alves cada vez que era enfocado.
El equipo respondió y Cristiano dio la primera gran alegría de la noche. La euforia se desató y, pasados unos segundos, el cántico fue unánime: “¡Cristiano, Balón de Oro!”.
El gol de Mandzukic volvió a apagar un poco el optimismo y se llegó al descanso con dudas. Una incertidumbre que se convirtió en alegría con el tanto de Casemiro. La Duodécima estaba más cerca...
Campeones. El tercer gol madridista hizo que se empezara a escuchar por primera vez otro de los cánticos estrella en estas ocasiones: “¡Campeones, Campeones!”. El gol de Cristiano calmó definitivamente los nervios y permitió dar rienda suelta a la celebración. Cuando Asensio hizo el cuarto, el estadio era ya una fiesta...
Las finales en el Bernabéu se han convertido en una tradición más entre los aficionados que no pueden viajar a la ciudad del encuentro.
Alves Los seguidores le pitaron cada vez que le enfocaban