Démare abre el casillero ante Kristoff y Bouhanni
Hasta ayer, el francés nunca ganó en esta prueba
Contador va bajando “de las nubes” su pulso tras más de dos meses sin competir, Froome va cogiendo golpe de pedal “arropado por el Sky”, Valverde trata de recordar las sensaciones de su formidable primavera... Así han transcurrido para los primera línea los dos días iniciales del Criterium Dauphiné, que ayer cumplió el guión preestablecido. Se esperaba sprint en Arlanc: hubo sprint. Lo ganó Arnaud Démare en una llegada que picaba ligeramente hacia arriba.
El francés, de 25 años, no dio opción a Kristoff, segundo, y al que le puso la llegada en bandeja el tren del Katusha, ni a Bouhanni, tercero y encarnizado enemigo de Arnaud, también nacido en el Hexágono. Démare los sacó a ambos de rueda y si no sacó tiempo fue por poco... Pero antes había sufrido en las dos cotas de la jornada (Baracuchet, 3ª y Supeyres, 4ª). “Me quedé en varias ocasiones, pero sabía que la llegada me podía ir bien e hice el esfuerzo por contactar. Todos estábamos cansados, pero pude ganar”, decía Démare, con más de 40 victorias profesionales, entre las que hay un monumento como Milán-San Remo, muchos triunfos en carreras de Francia, pero hasta ayer ninguno en el Dauphiné. “Es una gran satisfacción esta victoria, significa que llegaré bien al Tour”. Su otra cuenta pendiente, ganar en una grande.
Fuga. El único que desafió ayer el predestinado final en sprint fue el kazajo Alexey Lutsenko, que dejó a sus compañeros de fuga del día a falta de 31 km, en el primer paso por la meta de Arlanc, y mantuvo un duro pulso con el pelotón que duró hasta que faltaron 3.000 metros. El sueño de Alexey se deshizo y la potencia de Démare se impuso. Hoy, el guión también parece que tendrá final en sprint. Démare, Coquard, Bouhanni, Kristoff... De Gendt sigue líder, mientras Contador, Froome, Valverde y los gallos irán cogiendo piernas para la crono y... para el Alpe d’Huez.