Resurrección o condena para los Cavs de LeBron
La final llega a Cleveland con el campeón en apuros
El medidor de ESPN (Basketball Power Index) da ya a Golden State Warriors un 98% de opciones de ser campeón. No solo eso: el primer 4-0 en una final desde 2007 (derrota ante los Spurs… de los Cavaliers de LeBron James) cuenta con un 38% de posibilidades y el 4-1, con un 40. No solo sería 4-0 para los Warriors, claro, que en ese caso firmarían el primer 16-0 de la historia. Hasta ahora los mejores playoffs de siempre son los de los Lakers 2001: 15-1 cuando la primera ronda se jugaba al mejor de cinco. Su única derrota cumplió ayer 16 años. Fue en el primer partido de la final ante los Sixers y dejó para el recuerdo una icónica canasta de Allen Iverson después de sentar a, precisamente, Tyronn Lue, hoy entrenador de unos Cavs sin margen de error.
Si ganan esta noche en el primer partido de la final en Cleveland, los
Warriors no solo colocarán un 3-0 prácticamente definitivo por mucho recuerdo de su colapso en 2016 que se quiera alentar. Lograrían también, con su decimoquinta victoria seguida, un récord en playoffs de todo el deporte profesional estadounidense. Como ellos hasta ahora, los Penguins de Pittsburgh (NHL) ganaron 14 partidos consecutivos en los 90. En las dos últimas finales, partes I y II de la trilogía Warriors-Cavs, los de la Bahía se estrellaron en este tercer partido, el primero en Ohio. Hace un año, con una puesta en escena calamitosa (120-90). Ahí comenzó la resurrección a dentelladas de los Cavaliers, a la postre campeones. Y contra eso parecen vacunados los californianos: en 2016 perdieron el tercer partido de las cuatro rondas de playoffs que jugaron. Ahora se lo apuntaron en Portland, Salt Lake City y San Antonio. Si también lo ganan en Cleveland, el viernes podrían ser campeones.
Lue aseguró que no hará revoluciones, mensaje de reafirmación para su tropa que veremos hasta qué punto cumple: necesita cambiar la dinámica de una final en la que su equipo está siendo devorado por un rival que es de otra dimensión con respecto a hace un año, con Kevin Durant a bordo y Stephen Curry libre de molestias físicas. LeBron acabó el segundo partido profundamente frustrado porque su equipo mejoró mucho, se esforzó a fondo… y perdió por 19. Hoy vuelve a casa con la obligación de revivir, otra vez. Pero ahora el reto es gigante, seguramente el mayor que ha afrontado en toda su carrera. Porque ahora en los Warriors juega Kevin Durant.
Números El medidor de ESPN da a Warriors un 98% de opciones de ser campeón