Súper-21 fue Alemania
Conquistó el título con justicia ante una España encogida y sin alma ● Arrizabalaga fue el mejor de la Selección ● Sólo una parada de Pollersbeck
Los goles, que son veredictos en el fútbol, también asoman a veces como ilusiones ópticas. Escondida tras un enorme cantidad de ellos ha vivido esta España Sub21 (Súper-21 hasta la final), con mejores futbolistas que arquitectura. Alemania, siempre Alemania, más estructurada y más ambiciosa, la apartó del título con justicia. El equipo de Kuntz mandó de salida, tuvo más personalidad, no se ahorró kilómetros y soportó la acometida final de España, que fue un artificio: Pollersbeck sólo fue exigido en una ocasión.
Tiene Alemania una bien ganada fama de selección irrompible. La de antes, construida de fibra y empuje que desfilaba por los partidos al paso de la oca, y esta, refundada en 2009, mutirracial, inspirada en el modelo español, más inclinada a la tenencia lícita de la pelota y con más seda que esparto. Ese cambio climático, partiendo de un título continental Sub-21, le llevó a ser campeona del mundo en sólo cinco años. Se lo hizo saber a una España hundida en su campo de salida, que abdicó de la presión y que lo fio todo al efecto sorpresa. No hubo más plan que esperar y robar. La reserva natural del fútbol español camina a ratos en dirección contraria al modelo que nos ha traído hasta aquí. Una verticalidad extrema que choca. Una selección que ha girado sobre sí misma como un planeta.
El plan le fue mejor a Alemania que a la Rojita. Agrupada en torno a Arnold, un centrocampista maduro, con experiencia en la Champions y en la Bundesliga, y muy expandida hacia las bandas, gracias al carácter extensible de sus laterales (magníficos Toljan y Gerhardt) y a la versatilidad de Gnabry, fue coleccionando ocasiones: un centro-chut de Gerhardt, un cabezazo potente y lejano de Meyer al palo, un disparo ajustado de Arnold, un remate cercano de Gnabry adivinado por Arrizabalaga... Un escenario inesperado atendiendo al trayecto del equipo de Celades y al presunto debilitamiento de los germanos, porque con la decisión de Löw de dar vacaciones a sus intocables, los ocho mejores Sub21 fueron reclutados para la Copa Confederaciones. Corrió el escalafón sin que ni una ni otra selección sufrieran un rasguño.
España apenas salió. Algún