AS (Sevilla)

España se reinventa: futuro y versatilid­ad

Atletas de 16 a 21 años logran nueve medallas internacio­nales

- ÁNGEL CRUZ EUROPEOS SUB-23

Europeos para menores de 23 años en Bydgoszcz (Polonia): siete medallas, dos de ellas para Carlos Mayo. Mundiales juveniles (menos de 18) en Nairobi (Kenia): primer oro de la historia para María Vicente, y plata para Jäel Bestué. Nunca el atletismo español había logrado tanto.

El atletismo joven español se empeña en conquistar el futuro. El pasado fin de semana, entre la localidad polaca de Bydgoszcz (Europeos Sub-23) y la keniana de Nairobi (Mundiales juveniles) se alcanzaron nueve medallas, cuatro de ellas de oro. El gran triunfador fue Carlos Mayo, con un oro y un bronce en los 10.000 y 5.000 metros del primero de estos campeonato­s. Pero España no se limita ya a sus pruebas clásicas, sino que se hace más versátil y amplia: oro en relevos 4x100 metros y en heptatlón femenino juvenil. Lo nunca visto.

Carlos Mayo. Madrileño, de 21 años. En los Europeos Sub-23 ganó el oro en 10.000 y la plata en 5.000. También ha subido al podio en continenta­les de campo a través. Es un fondista que corre muy inteligent­emente, que lee perfectame­nte la competició­n, y que tiene un buen final, algo esencial.

Las chicas del 4x100. Fue una victoria apoteósica. Corrieron la manchega de La Solana Paula Sevilla, la navarra de Sumbilla Ane Petrirena, la santanderi­na Lara Gómez (las tres de 20 años) y la barcelones­a Cristina Lara (21), y dieron el primer oro a un relevo español en una competició­n internacio­nal importante. Son muy rápidas pero, sobre todo, cambian técnicamen­te de forma perfecta. La remontada de Cristina ante la última relevista francesa, decisiva.

María Pérez. La granadina de Orce, de 21 años, ganó la plata en los 20 kilómetros marcha. Era su primera medalla internacio­nal. Acudía con la marca menos buena de las tres españolas, pero fue la que subió al podio. Marcha técnicamen­te muy bien, sin asumir riesgo de descalific­ación, y es una excelente competidor­a. Anecdótica­mente le venció la rusa Klavdiya Afanasyeva, que compitió como independie­nte al estar su país excluido internacio­nalmente por Dopaje de Estado.

Diego García Carrera. Oro en los 20 kilómetros marcha de Bydgoszcz, que ganó con gran facilidad. Era el único favorito y lo demostró. Como Carlos Mayo, es madrileño y refrenda éxitos internacio­nales anteriores: fue bronce en el Mundial juvenil en el año 2013, plata en el Mundial júnior de 2014 y oro en el Europeo júnior de 2015. Toca el trombón.

Ana Peleteiro. La más carismátic­a de las atletas jóvenes. La triplista nació hace 21 años en Ribeira (A Coruña) y tiene una amplia colección de medallas, entre las que destaca el título mundial júnior logrado en el Estadio Lluís Companys de Barcelona (antes Olímpico de Montjuïc) hace cinco años. Se entrena en Guadalajar­a con el cubano Iván Pedroso, ahora técnico reputado y antes uno de los mejores saltadores de longitud de la historia.

Adrián Vallés. Bronce en pértiga. Nació en Pamplona hace 22 años y estudia desde hace tres en Cincinnati (Ohio, Estados Unidos). En la edición anterior de los Europeos Sub-23 también fue tercero. Ya compitió en los Mundiales absolutos de Pekín 2015 (no pasó de la calificaci­ón) con sólo veinte años, y volverá a esa competició­n el mes próximo en Londres, junto a Ana Peleteiro y Diego García Carrera, otros dos medallista­s europeos Sub-23. Magnífica plata: mide 1,90 metros y pesa 67 kilos.

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