Un peldaño sólido de la pirámide F1
■ Construir escalones para hacer más directo el ascenso en la pirámide hacia la F1. Con esa premisa, Briatore, Ecclestone y Bruno Michel crearon la GP2. Y con el mismo argumento, el dirigente francés hizo debutar la GP3 en 2010. Y viendo los resultados el proyecto salió bien y más desde que Renault abandonó las World Series y se aproxima una fusión con la F3 que, seguramente, llegará en 2019.
Daños colaterales aparte, la GP3 es un criadero de talento que ha contado con hasta nueve pilotos que llegaron a la F1, cuatro en la actualidad: Bottas, Sainz, Ocon y Kvyat. Finlandés y ruso campeones del certamen y con la peculiaridad que saltaron directamente desde la GP3. Además, Gutiérrez, Merhi, Haryanto, Alexander Rossi y Vergne. Buen botín para una GP3 que permite aprender en varias citas de sus vecinos de paddock de la F1 y les otorga un monoplaza con más de 400 caballos y neumáticos Pirelli que hace más fácil la transición y el aprendizaje.
¿Y cómo pinta el futuro? Pues aún mejor. El campeón de 2016, el monegasco Charles Leclerc es uno de los niños bonitos de la Ferrari Academy y hasta Raikkonen ha dicho que el líder de F2 (antes GP2) deslumbrará pronto en el Mundial. Pero no solo eso. De la actual GP3 varios pilotos ya pertenecen a programas de F1 como Russell (Mercedes), Alesi (Ferrari), Aitken (Renault), Tatiana Calderón (Sauber) o Fukuzumi (que cuenta con el apoyo de Honda) y eso les coloca en buena tesitura para soñar con alcanzar la F1.