Noche de ‘focos’ en el Villamarín
El Villamarín se viste hoy de gala tras ampliar su capacidad y estrenar su nueva grada de Gol Sur. La esperanza estará de nuevo presente en un proyecto que arrancó en el Camp Nou pero que realmente tiene hoy su punto de partida. Muchos focos se centrarán en la figura de Quique Setién, el arquitecto de un equipo que cree en su estilo aunque aún no lo refleje con brillantez sobre el césped. El cántabro pide tiempo, pero quizás eso sea lo más valioso para los béticos tras dos años de grandes insatisfacciones en lo deportivo. Los aficionados quieren reducir esa necesidad temporal y ver a otro Betis, uno que sea capaz de ganar además de convencer. Hasta el técnico sabe que lo primero importa, por ahora, más que lo segundo.
Aún le queda mucho a este equipo para mostrar su versión más real. Tello no tiene el ritmo de competición en sus piernas y Boudebouz, el jugador que despierta las mayores ilusiones, debe recuperarse de la lesión con la que aterrizó en Heliópolis. Pero hay bazas sobre el campo: el Villamarín quiere ver a su defensa corregir los fallos reflejados ante el Barcelona y a su renovado centro del campo fabricando el fútbol que promete su técnico. “Siempre hay tiempo para llorar después”, incidió ayer Setién sobre los mimbres disponibles en su plantel. Hoy, sólo quiere despertar sonrisas.