Pareja de hecho
Sólo Contador resiste a Froome ● Alaphilippe ganó en el Xorret
Alberto Contador se pregunta con impotencia desde el lunes, un día tras otro, qué males sufrió en la etapa de Andorra cuando perdió 2:33 minutos en el primer contacto con la gran montaña, porque desde entonces no sólo no ha vuelto a ceder tiempo, sino que se ha convertido en el único rival que resiste los empellones de Chris Froome. Ayer volvió a ocurrir en el Xorret de Catí, como antes había pasado en la Ermita de Santa Lucía y en el Garbí. Son pareja de hecho. El británico atacó en las rampas alicantinas, que alcanzan el 20%, y el español aguantó el embate y recortó en la llegada otros 17 segundos a Chaves, Nibali y Fabio Aru.
Cuando los maillots rojos de Froome y Contador cruzaron la meta, ya había vencedor. Alaphilippe, un especialista en las duras cotas de las Ardenas, similares a esta ascensión de Castalla, logró su primera victoria en una grande. Las apuestas señalaban en la fuga a Majka, tercero en la Vuelta de 2015 y ganador de la Montaña en el Tour de 2016, un notable escalador, pero el francés soportó sus múltiples intentos de descolgarle en las cuestas más exigentes. Una vez que coronaron juntos e iniciaron el ligero descenso, los pronósticos cambiaron a toda velocidad. Y Alaphilippe se encargó de cumplirlos.
El Quick Step suma y sigue. La victoria de Alaphilippe es la tercera del equipo belga, con tres ciclistas distintos: también Lampaert, que además vistió el maillot rojo, y Trentin. A esto hay que añadir tres segundos puestos, y el buen rendimiento de David de la Cruz, actualmente séptimo, a 1:08 de Froome. El catalán volvió a asomarse en el Xorret de Catí en un ataque de Simon Yates, al que se unieron Woods y el propio Contador. Luego cedió 28 segundos, pero su actitud es honorable.
De la Cruz es el primer clasificado del ciclismo español, que sigue sin mojar. La sequía del Tour se extiende hasta aquí, aunque es previsible que antes o después caiga algún triunfo. Los candidatos del día, integrados en la escapada, fueron Alberto Losada, noveno, y Jesús Hernández, que aún tuvo fuerzas para lanzar unos metros a su amigo y líder Contador cuando llegó embalado desde atrás.
Hoy es el turno de la Cumbre del Sol, una ascensión de características parecidas (4 kilómetros al 9,1%) que descubrió a Tom Dumoulin para las grandes vueltas hace dos años. Otro desafío para que los gallos rasquen unos segundos y otra oportunidad de desquite para los ciclistas españoles. Entre ellos para este resucitado Contador, que ya mira hacia arriba.
La expulsión. El día había comenzado con la expulsión de Barguil por indisciplina interna, por desoír la orden de parar a ayudar a Kelderman cuando sufrió una avería en Cuenca. La noticia tiene varias lecturas. Sunweb paga y manda. Bien. Pero el criterio técnico es cuestionable. En el momento del suceso, Kelderman era 11º a 1:28 y Barguil figuraba 13º a 1:43. Igualados. Parece de sentido común que si falla tu teórico líder, mantengas delante al segundo espada. Con más razón si su palmarés tiene más brillo. La mejor actuación del holandés es un séptimo puesto en un Giro, mientras que el francés ha sido octavo y ganador de dos etapas en la Vuelta, y décimo y vencedor de otras dos etapas y la Montaña en el Tour. Que Barguil se vaya al Fortuneo en 2018 también influye. Sin duda.