La misión de Modric e Isco: recuperar el juego
Enfrente un Alavés de mínimos
Volver al fútbol. Los gatillazos del Bernabéu no sólo han revelado la contrariedad que vive el Madrid con el gol, también han confirmado un decaimiento de su propuesta futbolística. Las Supercopas de verano dibujaron una realidad pletórica que se le ha escapado en el inicio de Liga. Sólo en Anoeta y un rato ante el Depor presidió el partido con autoridad. La reacción blanca transita en recuperar el juego y apartar la ansiedad.
La partitura. El dislate en que convirtió Zidane el final del encuentro ante el Betis, con superpoblación de atacantes y con Kroos como único gestor, desvirtuó al Madrid en su asalto. La ausencia del alemán en Mendizorroza, el jugador que da más pases adelantados en LaLiga (215), atenúa la dirección madridista. Modric e Isco, reemplazados sin motivos de peso el miércoles, tienen que acaparar el protagonismo y escribir el guión con cordura y viveza en el traslado del balón, regla que en ocasiones incumple el malagueño al jugar a demasiados toques.
Buscar al regate. A los ataques atropellados y al exceso de centros del Madrid en sus tropiezos como local no les secundó el desequilibrio individual. Hasta nueve equipos de LaLiga regatean más y mejor que el conjunto madridista (Barcelona, Girona, Atlético, Las Palmas, Celta, Málaga, Levante, Betis y Eibar). Asensio y Bale deberán generar este tipo de acciones para clarificar las embestidas blancas frente al Alavés. Burgui e Ibai Gómez auxiliarán a sus laterales para contrarrestar esta situación.
Un defensa más. Si el Madrid camina destemplado, el Alavés apenas anda. Cabello, técnico interino, medita arroparse con defensa de cinco, que incluiría a Alexis en el centro. Es el Alavés el equipo que más remates recibe (88) y al que más tiran desde dentro del área (57). Este reajuste intensificaría la supervisión de Cristiano, igual de cargante contra el Betis (12 disparos) que desacertado.
Rival deprimido. La indefinición como equipo del Alavés, sacudida por su nulidad ofensiva (ningún gol aún), le ha hecho claudicar en sus cinco compromisos previos sin apenas ofrecer batalla. Se atisbó cierta mejoría en la primera parte de Riazor, pero no le fue suficiente. El conjunto vitoriano llamará a la resistencia y procurará alargar el nerviosismo madridista. Entre semana actuó con un 4-2-3-1, con Medrán por delante del mediocampo, sistema que utilizaría en caso de descartar el esquema de cinco atrás.
Vía de escape. Se lanzará el Alavés a campo contrario cuando el Madrid quede expuesto tras pérdida o por un defectuoso repliegue, escenarios que ya han aparecido en los últimos encuentros del bloque de Zidane. Burgui e Ibai, por los costados, y Munir tendiéndose al dorso de Varane y Ramos, sus opciones más nítidas.