Mandi ya sonríe y pasa de transferible a titular
El argelino, en venta este verano, es el 4º más utilizado
Aissa Mandi es el mejor ejemplo de rebelarse contra lo que parecía una suerte ya echada: la de abandonar el Betis, cedido o traspasado. El central franco-argelino luchó durante todo el verano por convencer a Setién de que debía quedarse en el equipo y no sólo lo ha conseguido, sino que logró un sitio como titular casi indiscutible, pareja del también norteafricano Zou Feddal: hasta el punto de compartir con el hispano-marroquí y Durmisi la cuarta posición entre los jugadores que más han actuado en la plantilla bética, 540 minutos, y apenas por detrás de Adán (lo jugó todo), Barragán y Javi García.
"Ha dado un cambio, que puede haber sido por su adaptación. El año pasado era muy callado y casi ni sonreía. Ahora hasta hace bromas", dicen de Mandi dentro del club. Seguramente, esa adaptación ha sido clave para que empiece a rendir como el defensa que se esperaba el año pasado cuando fue adquirido del Stade de Reims a cambio de algo menos de tres millones de euros. Allí era capitán y muy querido: aquí, entonces todavía con 24 años y tras salir de Francia por primera vez en su carrera, tenía que demostrar muchas cosas.
Y necesitaba una continuidad que no tuvo. Primero por una lesión muscular, luego por su participación en la Copa de África con Argelia, más tarde por romperse una mano y, entre unas cosas y otras, porque ni Poyet ni Víctor confiaron del todo en él. Setién le esperó y ahora es uno de sus hombres de referencia. El destino se ha puesto de su parte.
Adaptación “Antes estaba siempre callado y ahora bromea", dicen de él
Problemas Lesión muscular, en la mano, la Copa de África... tuvo un inicio accidentado