La irregularidad afea la mejoría del Madrid
El gran inicio y final no ocultó otra importante desconexión blanca
Imágenes opuestas. Ni una comparecencia brillante ni un final notable ante el Borussia regeneró del todo a un Madrid sumido en el desconcierto. Le debió durar más el buen juego con el que atosigó a un rival empequeñecido.
Puesta en escena. El Madrid se encomendó a Cristiano, abierto a la banda. Los dos primeros goles tuvieron ese origen. La efectiva presión descosió a un Dortmund impreciso hasta que el Madrid decidió desconectarse. ■ Encima del rival. Isco y Kovacic aprietan en la recuperación y ahogan la salida del Borussia en el minuto 18. El sistema de presión del Madrid funcionó de inicio. ■ Desactivación. Se fue disipando la intensidad madridista. Nadie estaba cerca de Sahin y Kagawa (receptor) en la jugada del segundo gol alemán. Cuestión a solucionar.
Renuncia. Sólo hubo Borussia por deméritos blancos. La lesión de Varane le descolocó (discutible la gestión de Zidane) y su rival ganó trazo ofensivo a medida que se desordenaba el Madrid. Aubameyang castigó su indolencia.
Empeño final. Se volvió a agarrar al duelo bajo la dirección de Ceballos y halló el triunfo en Lucas. Sobre el alambre vive este Madrid al que es difícil entender. Juega a golpes y sin continuidad. El futuro le exigirá mucho más.