Con Griezmann, con ganas

Recibe a un Alavés renacido: no le ganó LaLiga pasada

Durante un tiempo, qué viejas parecían esas fotos. Y eso que eran de hacía nada, unos meses, aquella final de Copa, ante el Barça, acabar 8º en Primera, en la temporada de la vuelta a la categoría diez años después. Pero en ellas estaban Theo, o Camarasa, o Marcos Llorente, y ninguno ya está. Se fueron con el verano. Once compañeros. Agosto trajo otra Liga, tan diferente a la pasada.

Cuatro entrenadores han pasado ya por su banco. Zubeldia, Cabello y De Biasi. El último en llegar ha sido Abelardo, el Pitu. El cuarto. Y el que parece estar devolviéndole el brillo a esas fotos, las que tan viejas parecían ya, tan poco después. El de hoy en Madrid será su tercer partido. Y ya ha avisado: “No bajaremos derrotados del autobús”.

De hecho, con él, el Alavés aún no ha perdido (dos victorias en Liga) y la pasada semana estuvo a punto de un hito: salir del descenso. Está sumido en él desde que comenzó esta Liga. Tiene un principio muy Cholo: el esfuerzo no se negocia.

Es su cimiento para construir otro Alavés. Su once, hoy, será como el de Las Palmas. Tiene un futbolista en racha, Ibai Gómez, cuatro goles en los últimos dos partidos. Simeone, mientras, recuperará a Griezmann, su estrella, su referencia arriba, su hacedor de goles. Lesionado ante el Chelsea, se perdió el partido ante el Betis y vuelve ante el Alavés, un rival al que Cholo tiene ganas, muchas ganas. El año pasado no fue capaz de ganarle. Ni aquí ni allí. En el Calderón porque tardó 92 minutos en derribar el muro y uno en dejarse empatar. En Mendizorroza, porque su equipo hizo, quizá, uno de los peores partidos de LaLiga pasada. El de hoy, último partido en el Wanda Metropolitano de 2017, puede ser su particular revancha.

Está en racha su Atleti, de récord. 19 partidos sin perder en Liga seguidos. Ante el Alavés, su equipo será el del Betis, cambiando a Grizi por Correa. O sea, arriba conexión francesa, atrás, Vrsaljko a la derecha y en general un deseo. “Goles, quiero goles”, pedía ayer en el último entrenamiento antes del Alavés. En un mes cumple seis años en el banquillo del Atleti. Sus fotos, sin embargo, son de las que no envejecen. El brillo no se va. Al revés. Va a más.