Berizzo regresa al trabajo entonando el mea culpa
Arias hará cambios; el técnico sabe que ha de mejorar
Recién regresado de su operación pero con el gesto muy serio tras empatar ante el Levante y hacerlo además con una mala imagen que provocó los pitos del Ramón Sánchez Pizjuán, Eduardo Berizzo habló con más sinceridad de la ya habitual y se autoinculpó del mal momento nervionense: “Ahora es complicado encontrar a los futbolistas en su mejor versión. Es responsabilidad mía, que soy el que los entreno”. Más allá del bajón de calidad (física y técnica) que parece haber pegado la plantilla de una campaña a otra, el entrenador argentino sabe o cree al menos que puede sacarle más rendimiento a los futbolistas actuales.
Fichajes como el central danés Simon Kjaer, el mediocentro argentino Guido Pizarro, el sanluqueño Nolito o el colombiano Luis Muriel, que han costado más de 50 millones de euros entre todos, no están evitando que se eche de menos a gente como Vitolo, Rami o, aunque aún no se haya marchado físicamente, Steven Nzonzi. El Sevilla parece haber bajado uno o dos peldaños, también porque gente como Banega o Escudero no han alcanzado la versión magnífica de otras temporadas y otros como Pablo Sarabia, que comenzó bien y siendo decisivo, ha encogido significativamente su aportación.
Berizzo, que ya hace unas semanas reconoció que ha rotado tanto para mantener al equipo fresco en la recta decisiva, tiene ante sí las semanas y el mes fundamental de enero para agarrarse a la Copa y al cuarto puesto. Óscar Arias cambiará varias piezas... pero no es solo cosa suya: también lo es del que está encargado de entrenarlas, ya de vuelta.