Si el fútbol tuviera algo de lógica...
El derbi sevillano es, probablemente, uno de los partidos que menos historia tienen en los últimos tiempos. El Sevilla se ha habituado a ganarlos jugando bien, mal o regular y el Betis se ha acostumbrado a perderlos haga lo que haga. Por números, y más en la época reciente, no hay color, y si a eso se le añade que el escenario que acogerá el partido se ha mantenido invicto durante todo el 2017, pues todo indica que la casilla del 1 en la quiniela debería marcarse sin la menor duda. Las estadísticas, el presupuesto, la clasificación... todo señala al Sevilla como favorito y todo lo que sea negar eso es o faltar a la verdad o autoengañarse.
Lo que ocurre es que, si el fútbol tiene poca lógica, el derbi sevillano menos aún. Y que los números poco importan a una ciudad que lleva toda la Navidad con el horizonte marcado del derbi en Nervión. Decía Emery que cuando mayor es una racha positiva, más cerca está de que acabe. Es decir, que la lógica indica que el Sevilla es favorito pero al Betis le tocará ganar alguna vez un año de éstos. El problema es que este Betis sea quizás uno de los que menos preparados se ven para asaltar Nervión. Del mismo modo, el Sevilla de Montella no parece ahora mismo el colmo de la fiabilidad. Ni mucho menos. Las dudas en ambos son protagonistas y quien las disipe, más allá de la lógica, vencerá.