Rubén ya entrega argumentos
El discurso de exigencia en Heliópolis debe crecer en la medida en que los puntos invitan a soñar. Y en esa misma medida debe trabajar la dirección deportiva para encontrar refuerzos que posibiliten un salto de calidad necesario si Europa es de verdad el objetivo. La mejoría respecto al pasado sólo puede apoyarse en esa realidad, más allá de que sobre el césped la mano de Setién sea providencial. Al Leganés le hizo falta muy poco para estar a punto de llevarse algo positivo de Heliópolis: los errores defensivos del Betis se repiten semana tras semana y hay carencias que invitan a la reflexión si el deseo apunta directamente a la zona de privilegio de esta Liga.
Setién se agarró a la resaca del derbi para dibujar una continuación del duelo en términos de intensidad y protagonismo, aunque a su equipo le duró el brillo hasta el descanso. Cuando las dudas entran en liza, aparecieron los problemas. Sin Feddal, este Betis carece de la personalidad necesaria para esquivar los miedos atrás. El fútbol, eso sí, ofrece siempre apariciones sorprendentes. Fue el día de Rubén Castro. Volvió, marcó y comenzó su nueva cuenta atrás hacia los récords. Apunta a Rincón bajo la certeza de que sus 78 goles se quedarán atrás y con la seguridad de que puede ser una pieza letal en manos de Quique Setién. Parecía un déja vu en escena. Con Rubén como héroe. Pero no bastará con el canario para mirar más allá.