AS (Sevilla)

El Madrid no tiene defensa

Recaída en Orriols por los errores atrás ● Un gran Levante logró empatar dos veces ● Isco revitalizó al equipo ● Cristiano, cambiado, y Bale, nulo

- LUIS NIETO

Cada partido de Liga del Madrid vuelve más aterrador al PSG. En Orriols se repitió a sí mismo: falta de concreción en ataque, un repliegue de verbena y una desatenció­n penalmente perseguibl­e. Hoy puede dormir, y no a pierna suelta, a 21 puntos del Barça. Andar así por España sólo puede acabar en catástrofe en Europa.

Pretendió el Madrid un triunfo ‘low cost’, comodón, sin exceso de gasto cuando ni siquiera está seguro de su convalecen­cia. Pero la temporada no tiene ni una recta para el equipo de Zidane. Fue perceptibl­e en la primera mitad de un partido que ya hemos visto esta temporada: posesión abrumadora, indecisión para meterle de verdad el cuchillo al partido y bofetada inesperada que lo cambia todo.

El Madrid de gala acuarteló a Levante y se alivió pronto con un gol de su antología clásica: córner botado por Kroos y cabezazo de Ramos, esta vez menos explosivo de lo habitual pero que hizo incontesta­ble un amago de Benzema en el que picó Oier. Pronto no hubo otro equipo salvo el Madrid, que fue de lado a lado, que buscó una y otra vez a un Marcelo vitaminado y que hizo de la pelota su mecedora. La cuestión es que, al contrario que al Barça, ese exceso de propiedad le aburre y le distrae. Pasaron los minutos, no acertó Cristiano, el equipo fue perdiendo el apetito y acabó partiéndos­e, efecto secundario científica­mente testado cuando juega la bbC. Una vez se saltó ese cordón de seguridad el Levante y le condujo al empate. Lukic metió un gran pase a la espalda de Ramos y Morales se vio sólo ante Keylor, que le sacó el mano a mano. Boateng, que llegaba en carrera, marcó desde lejos. Quítenle la vaselina de Fornals y tendrán el mismo gol que le dio el triunfo al Villarreal en el Bernabéu. El Madrid no digiere las pérdidas porque no está en su ideario la recuperaci­ón rápida. Su repliegue es desbandada.

Prueba de ello fue que de un córner a favor pudo recibir el segundo en contra. Keylor anduvo felino ante Lerma. Pero al Madrid se le había ido ya el duende si es que llegó a tenerlo. Bale fue dado por prófugo y el Madrid se estiró hasta la deformidad. Lo vio Zidane, que metió a Isco por Bale para reordenar filas con el 4-4-2. Y Muñiz vio hueco y acabó con el dúo Roger-Pazzini, doble cañón. La remodelaci­ón le fue inicialmen­te mejor al Madrid, porque Isco le hizo menos previsible. Sus minutos en Orriols reabren su caso definitiva­mente. Benzema no encontró final feliz a un slálom fabuloso y Oier le sacó un cabezazo a Ramos. Pero el Madrid acabó encontrand­o el camino. Porfió, créanlo, Benzema por una pelota y la ganó para entregar gol y tres cuartos a Isco. El malagueño no dejó ir el regalo. Sí lo hizo Roger para empatar. Zidane ya había quitado entonces a Cristiano, cambio que dará para una semana de debate, y Pazzini, en el día de su debut, acabó por recompensa­r al Levante y certificar la enésima recaída de este Madrid.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain