“En los derbis había prima doble... y motivación triple” Lauridsen

Sigue siendo el danés con más partidos en LaLiga. Icono del Espanyol, John Lauridsen (Ribe, 2-4-1959) está de visita y asistirá al derbi en Cornellà, donde se citó con AS.

En Sarrià “Prometimos una copa por gol a cada familiar: ¡Y ganamos 5-3!”

➥ Llegó a Barcelona y presenciará el derbi. Usted ganó cuatro, tres en casa. ¿Puede ser una visita más especial? —El derbi siempre es especial e importante, porque es contra nuestro rival ciudadano y ahora, además, contra el equipo más potente de España. Lo mismo que cuando yo jugaba: esperábamos este partido con muchísimas ganas, como ningún otro. Ahora encima está el aliciente del entrenador que tienen. —Con Valverde coincidió dos años en el Espanyol, incluyendo la mágica UEFA 1987-88. ¿Cómo lo está viendo?

—No he mantenido el contacto. Estuve con él en un amistoso que jugamos entre los finalistas de la UEFA del 88 y los campeones de Copa de 2000. Se puede decir que yo le he seguido más que él a mí (ríe). Su currículum es extraordinario. Ya cuando jugaba era un buen chico, y no ha cambiado. Consigue que parezca normal y sencillo algo tan complicado como dirigir al Barça. Ernesto tiene diplomacia, es calmado y, cuando debe serlo, también sabe ser duro. —¿Qué le parecieron las palabras de Piqué afirmando que “el Espanyol es de Cornellà”? —Hoy en día, con las redes sociales, hay que medir mucho más las palabras por lo que pueden generar. Es bonito que un derbi se caliente, pero teniendo mucho cuidado con lo que dices. A nosotros, por ejemplo, nos iba bien que antes de cada derbi nos juntaban a un jugador del Barça con uno del Espanyol. Al final, comprendes que tu rival es igual que tú, que estás metido en el mismo asunto, que es jugar al fútbol, con el máximo respeto. —Los canteranos viven los derbis, pero usted venía de Dinamarca y también se motivaba... —Nosotros claro que lo vivíamos. Por un lado, jugadores como Tommy (N’Kono) o yo estuvimos varios años en el Espanyol. Por otro, éramos sólo dos o tres extranjeros, por lo que la mayoría de futbolistas eran de la casa y nos contagiaban de ese ambiente. —¿Les daban una prima por derrotar al Barcelona? —Teníamos prima doble. Nos la daban por ganar al Barça, al Real Madrid y otro que nos daban a elegir: siempre escogíamos al Racing de Santander porque se nos daba bien. Pero, vamos, por muy importante que fuera la prima doble, la motivación era triple, o más. —¿Con qué rival del Barça contra los que jugó se quedaría? —Maradona, aunque no lo hizo tan bien aquí como en Italia, era una maravilla. También me enfrenté bastante con Schuster, incluso jugamos juntos un partido de extranjeros contra españoles de la Liga para los damnificados de unas inundaciones. Igualmente, recuerdo la gran calidad de Gary Lineker, que además era muy simpático. Tenían grandísimos futbolistas, aunque lo de ahora de Messi es de otro planeta. —¿Qué derbi de los que jugó recuerda con especial cariño? —Además del 1-3 en el Camp Nou, en que marqué, a uno de los derbis en Sarrià vinieron toda mi familia y toda la de mi mujer: padres, suegros, hermanos… Y ella les prometió pagarles una copa a cada uno por cada gol que anotara el Espanyol. Aquel día ganamos 5-3: ¡Una ruina! Pero fueron momentos dulces. —El Espanyol gana siempre que usted acude a Cornellà... —Ojalá pueda ayudar mentalmente, pero las obras las deben ejecutar los obreros. Yo lo que espero es ver una grada blanquiazul, como en nuestra UEFA.

Valverde “Consigue que parezca normal algo tan difícil como dirigir al Barça”