Clemente y el afán de protagonismo
En el deporte, como en todos los ámbitos de la vida, hay personas que han disfrutado de una fama importante, pero que se niegan a pasar desapercibidos y siempre reclaman su cuota de protagonismo.
Hablo de Javier Clemente, que refiriéndose al fichaje de Íñigo Martínez por el Athletic de Bilbao argumentaba algo así como que no había lugar a la queja porque el jugador es vizcaíno. Razones peregrinas las que expone el técnico de Barakaldo, porque por ese motivo Saborit debería jugar en un equipo catalán y San José, Muniain y Raúl García en el Osasuna. Y lo mismo ocurriría con Susaeta, Aduriz y Balenzia ga con la Real Sociedad o el Eibar y De Marcos con el Alavés.
En el fútbol actual lo que prima es el dinero. Quedan ya muy lejos en el tiempo aquellos jugadores que rechazaban contratos extraordinarios por su amor al club. Un amor que, en muchos casos, luego resultaba no ser correspondido.
Creo que el Athletic no necesita justificarse en el caso de un fichaje legal, así como tampoco necesita pedir explicaciones en caso contrario. Lo que ocurre con Javier Clemente es que se niega a pasar desapercibido. Con el caso Íñigo Martínez ha vuelto a reclamar su cuota de protagonismo. Mariano Antolín Castrillo de Don Juan