La magia de Gerard anula el doblete de Maxi Gómez
Un golazo del punta catalán evitó la victoria local
Con el partido agonizando y el Espanyol al borde de la asfixia, apareció Gerard Moreno para frotar su lámpara mágica. De un pelotazo se inventó una jugada de gol con tres movimientos en dos segundos. Controló con el pecho de espaldas a la portería, se dio la vuelta, ajustó el punto de mira y disparó su misil directo a la red. Su disparo era el segundo del Espanyol a puerta en todo el partido. El anterior, de Baptistao, fue a los diez minutos y también acabó besando la red. Entremedias, casi ochenta minutos de asedio céltico a la portería del gigante Diego López.
El punto no sirve de mucho, clasificatoriamente hablando, a Celta y Espanyol. Los vigueses pierden el ritmo de Sevilla y Eibar en la pelea por Europa, mientras que los barceloneses quedan prácticamente eliminados de esa batalla.
El duelo respondió al guión previsto, sobre todo a raíz de que los visitantes se adelantaran en el marcador. Jurado era la única brecha en el plan de Quique, y por allí intentó acceder una y otra vez Hugo Mallo. Hasta que de un centro suyo llegó el empate de Maxi, quien tras marcar el gol del empate obligó a Diego López a disfrazarse de superhéroe. Pero la persistencia del charrúa acabó encontrando premio. En ese instante el partido, como decía al principio, parecía liquidado. Entonces apareció Gerard Moreno. El genio de la lámpara.