Daytona 500: ganó el ‘espíritu’ de Earnhardt
■ “Es algo grandioso poner el coche 3 de nuevo el primero en la línea de meta. Este triunfo va en honor de la figura de Dale Earnhardt y para todos sus admiradores”, aseguraba Austin Dillon nada más llevarse el triunfo en la 60ª edición de la Daytona 500, la prestigiosa carrera que abre cada año la máxima categoría de la Nascar. El estadounidense de 27 años se impuso al volante del monoplaza dorsal 3, ese que tantas veces llevó el mito Dale Earnhardt, siete veces campeón del certamen más importante de automóviles de serie, triunfador en el famoso trióvalo en 1998 y lugar donde perdió la vida en 2001 en un accidente en la última vuelta.
Precisamente en ese giro final se cimentó el triunfo de Dillon en la edición de 2018, el único momento en que lideró en carrera. Un accidente a falta de dos vueltas para el final trastocó muchos planes y el espíritu de Earnhardt se apoderó del piloto del Richard Childress Racing para empezar a adelantar rivales como un poseso y por un momento emular las gestas que tantas veces firmó ‘The Intimidator’, uno de los grandes mitos del automovilismo en EE UU del que la leyenda urbana decía que nunca pudo aprovechar un rebufo, ya que cuando se acercaba al coche que le precedía, el miedo se apoderaba del rival y se apartaba para dejarlo pasar.