Parchís y prudencia en el regreso de Londres

■ Nada más acabar el partido ante el Chelsea y ya en las entrañas del vestuario visitante de Stamford Bridge, el Barcelona celebró de manera muy comedida el 1-1. No hubo festejos especiales ni euforia desmedida. No hubo ni la clásica foto de grupo de las grandes noches. Tan “soso” era el ambiente que ni el presidente Josep Maria Bartomeu entró en el vestuario para felicitar a sus jugadores. Sergio Busquets y Luis Suárez pasaron el control antidoping y el equipo cogió el vuelo de regreso.

Ernesto Valverde y Bartomeu se sentaron en la primera fila de la aeronave. Los jugadores, a lo suyo. El parchís se ha convertido en el rey y señor en los viajes del equipo. Alba, Digne, Aleix y Umtiti forman un cuartero. Sergio Busquets, Iniesta, Rakitic y Alcácer, otro. Messi estuvo en segundo plano con sus inseparables Luis Suárez y Pepe Costa.

Pero para confidencias, la más sorprendente fue la que salió de la boca de un miembro de la expedición tras constatar el ambiente de normalidad que se vivía tras el 1-1 contra el Chelsea en Stamford Bridge: “Hace un año por estas fechas volvíamos de París con un 4-0 en contra del PSG y tampoco creas que ahora noto tanta diferencia; está claro que nos hemos acostumbrado tanto a ganar que ya todo les parece muy normal”.