Alonso entrena la oscuridad de Le Mans
El asturiano pilotó de madrugada en Portimao para preparar las tandas nocturnas de las 24 Horas: “Si añades el tráfico, creo que será el mayor desafío”. Toyota también simuló averías en la pista
Id a dormir, vosotros que podéis…”. Se despidió Alonso, caía la noche en Portimao pero apenas había empezado el trabajo para Toyota. Por delante una sesión ininterrumpida de test nocturnos que acabó ayer por la tarde. Lo repiten como un mantra: el principal rival en las 24 Horas de Le Mans es la propia carrera. Así que entre los enemigos más peligrosos se encuentra, particularmente, la oscuridad del circuito de La Sarthe.
Para eso se prepara también el asturiano, que sólo ha competido de noche en pistas perfectamente iluminadas: “Nunca he pilotado en Le Mans, ni siquiera lo he probado en el simulador y siento curiosidad. En Abu Dhabi, Singapur o incluso Daytona tenemos un circuito bien iluminado, pero estos test han sido completamente a oscuras. Creo que Le Mans está en el término medio, las rectas son oscuras pero en las curvas hay algo más de luz”.
La principal diferencia con la competición es que aquí corrían solos, sin decenas de doblados de las categorías inferiores. “Espero que con todos estos test la noche de Le Mans sea un poco más sencilla, porque si añades el tráfico creo que será el mayor desafío”, dice Fernando. Pilotó varias horas de madrugada en El Algarve, un trazado tan bacheado que exige aún más fiabilidad al TS050. Y a las pocas horas de sueño se sumó un control antidopaje sorpresa a las seis de la mañana en el hotel.
También simularon averías en la pista y reseteos de la electrónica: quieren prevenir casi todas las incidencias que pueden sorprender en 24 horas de carrera. Y aunque sólo llevaron un coche al asfalto, a través de los sensores y de una enorme antena transmitían a tiempo real los datos a la sede del equipo en Colonia para que trabajaran simultáneamente con el segundo vehículo.
Ante una bestia híbrida de 1.000CV y tracción total, Alonso asegura a As que su evolución “está yendo bien”. “La primera vez en Bahréin había demasiadas cosas extrañas. Después llevé el LMP2, que al no ser híbrido es un coche más normal. Y luego, un par de test aquí y cada vez que me subo al coche me siento más cómodo. Espero estar preparado para ganar Le Mans este año y no tener que esperar al próximo”.
“La noche y el tráfico serán el mayor desafío”
Toyota transmitió los datos en tiempo real a Colonia