Juego de rotaciones
Montella las deshace y Ziganda deberá tirar de ellas
El Sevilla-Athletic de esta tarde en el Sánchez Pizjuán dejará un curioso juego de rotaciones. Montella, obligado a activarlas en Málaga por la lesión de Navas y el cansancio de futbolistas como Nzonzi, Vázquez o Muriel, volverá a su once de oro con el asterisco del mismo Navas, que se lesionó ante el United y al que el técnico pretende mimar con vistas al histórico partido de Old Trafford que el Sevilla jugará en diez días.
El Athletic viene de un esfuerzo considerable ante el Valencia y le espera un partido bravo en el Velodrome ante el Olympique de Marsella. Ziganda, que vive en un yo-yó toda la temporada, mantiene la aspiración legítima de la 7ª plaza pese a tener a Celta, Getafe, Girona, Betis y Eibar por delante. Pero también está obligado a mover el árbol. Susaeta, Aduriz (falló el miércoles el segundo penalti de seis que ha lanzado esta temporada) y, tal vez, Raúl García, necesitan un descanso y el Cuco lo concederá, posiblemente a varios de ellos. De Marcos, un multiusos que juegue donde juegue lo hace con máxima fiabilidad, podría ser ubicado esta vez por detrás del delantero.
El Sevilla aún considera factible la cuarta plaza. El objetivo está lejos, nada menos que a ocho puntos, y el calendario sevillista es durísimo. Sin embargo, que exista un enfrentamiento directo la semana que viene contra el Valencia de Marcelino alienta a luchar a los de Montella que, a excepción del apagón contra el Atlético, son otro equipo desde el 1-2 copero en el Wanda. Además de Navas, la única duda seria de Montella podría ser Nolito, que estuvo irregular en Málaga pero dio una asistencia fabulosa a Correa. Con Sarabia asfixiado de partidos, el de Sanlúcar, con ganas de demostrar que su fichaje no fue un error, tiene alguna opción de entrar en el once. Nervión no suele ser terreno fértil para el Athletic, que sólo ha ganado dos veces en 25 años, pero nunca falta una buena cuadrilla de aficionados rojiblancos para arrimar el hombro.
Problemas Algunos rojiblancos necesitan descanso