El Barcelona gana la Liga y retrasa la fiesta al sábado
Es la octava consecutiva, pero decide centrarse en Europa
EI Barcelona sigue ampliando sus récords, de partidos seguidos sin perder (144) y de Ligas consecutivas: la de ayer, la octava, y a falta de seis jornadas, la más rápida de su historia. Lo hizo al cumplir con su papel de vencer en Cuenca (27-30), en un partido tremendamente duro y que se decidió al final. Le hubiese valido el empate, porque el Ademar firmó las tablas en su pista con el Puerto de Sagunto.
En el vestuario azulgrana hubo euforia contenida, se descorcharon botellas de cava y se disfrutó del éxito. Pero sin más alharacas que las justas, y de hecho dos de los tres jugadores presentes en estas ocho Ligas, Víctor Tomás y Raúl Entrerríos (el tercero es el francés Cedric Sorhaindo), lanzaron un aviso en la cancha conquense: “Hay que centrarse en el partido del sábado en el Palau, en remontar los tres goles al Montpellier para estar en los cuartos de final de la Champions”.
La alegría de Pasqui. Por una vez Xavi Pascual, Pasqui, el entrenador de los récords, el de estas ocho Ligas consecutivas en las nueve temporadas que lleva en el cargo (230 victorias, un empate y tres derrotas), pidió “una noche para disfrutar”, y por eso no quiso pensar en el Montpellier (líder francés, que perdió ayer en casa en un partido de su competición doméstica). Sabe que su equipo gana por la calidad individual de sus jugadores, y que ayer por ejemplo no fue un bloque sólido en defensa, ni combinó en ataque, ni encontró a los pivotes. Y eso, aunque en España siga sumando éxitos, no le debe tener muy satisfecho al exigente técnico azulgrana, porque con lo que vio en Cuenca sabe que no le sirve para eliminar al Montpellier en la Champions.
Víctor Tomás levantará este año su décima Liga (ya tenía dos antes de la racha), y Viran Morros se irá en julio al PSG con siete con los culés, aunque ya había conquistado tres antes. A este tipo de jugadores no les sirve sólo con la competición doméstica.