Un sueño primaveral en Múnich

Mientras en la capital de Andalucía diluviaba, el Sevilla aterrizaba ayer al mediodía en Múnich con una temperatura primaveral y una sensación de bochorno más típica del sur de España que de Baviera. Un viaje con sobresaltos, puesto que entre turbulencias, recogida de aficionados que se habían quedado en tierra y tardanza en recoger las maletas, la expedición ni apenas tuvo tiempo de almorzar antes de poner rumbo al Allianz Arena para las ruedas de Prensa y el entrenamiento previo al partido. Pero nada importa a estas alturas. Son unos cuartos de final de la Champions League, es el Allianz Arena, es el Bayern y es sin duda alguna una cita con la Historia.

Porque lo del Sevilla esta noche es un sueño. De primavera, no de Navidad, pero ya se sabe que por Nervión se celebra más el mes de abril que el de diciembre. Son las costumbres de un club habituado a las gestas y que hoy tendrá la madre de todos los retos. Los de Vincenzo Montella ya demostraron en Old Trafford tener todo el crédito de los equipos grandes, por mucho que se encarguen luego de dilapidarlo en

Liga. Pero el balón de las estrellas todo lo cambia, desde el juego del Sevilla hasta la ilusión de una afición que tirará de su equipo en un número cercano a los 3.000. La primavera al Sevilla altera y hoy toca la madre de todos los retos.