“¿Mi deseo? El ascenso de Rayo, Granada y Zaragoza”

Míchel “Fue un jugador increíble y aplica su fútbol al equipo”

Su adiós al Rayo “Me tuve que ir de un club al que amo y lo hice llorando”

Un Rayo-Zaragoza siempre es especial para él, pese a la distancia. Su presente está en Grecia, pero sus equipos del pasado le hacen estar pendiente de la Segunda. Piti

➥ ¿Cómo ve la Segunda? —Muy igualada. Hay diez peleando por el ascenso directo y el playoff. Lo del Levante del pasado curso fue un caso excepcional. Ahora hay más emoción. —¿Quién cree que ascenderá? —Veo fuerte al Sporting, en una racha increíble y con la llegada de Baraja ha mejorado muchísimo. ¿Mi deseo? Que suban Rayo, Granada y Zaragoza. Todos los que fueron mis equipos. —Hábleme del Zaragoza. —Viví momentos únicos. Firmé por el filial e hice bastantes goles en la primera vuelta. Al terminar de entrenar un viernes, me llamaron a las oficinas, iba a estar con el primer equipo. No es fácil llegar a Primera, que te den la oportunidad y Víctor Muñoz lo hizo. Debuté en Montjüic, con mi familia en la grada, fue una alegría enorme.

—¡Y vaya plantilla tenía! —Milito, Movilla, Zapater, Cani, Savio, Galletti y Villa, que hizo un temporadón. Tenía jugadores de una calidad tremenda. —¿Con qué se queda?

—El último partido de Liga, saltar a La Romareda contra el Madrid. De estar en Segunda B pasé a enfrentarme a Zidane, Ronaldo, Raúl, Figo, Guti... era mi sueño de niño y lo cumplí. —Años después llegó al Rayo. —Recuerdo muchas cosas: los ascensos, el octavo puesto... pero hay un partido especial. Aquel en que ganamos al Betis en casa y nos pusimos líderes (27-03-11). Fue un año durísimo y aquel partido marcaba dónde queríamos estar. Subimos. —¿Cómo ve a este Rayo? —Sabía que iba a hacer un año muy bueno. Míchel como jugador fue increíble. Estaba convencido de que iba a aplicar su fútbol y aquello que vivió en los entrenamientos con Paco.

—Nada que ver con la 16-17. —Lo que empieza mal, pues termina peor... Fue un año para olvidar. Todo eso quedó atrás. El Rayo vuelve a ser el que era: con una identidad propia, un juego bonito, un De Tomás increíble, jugadores que ya conocían la casa como Trejo, Armenteros... —Muchas caras conocidas en ese Rayo... ¿habla con ellos? —En pretemporada hablé con Cobeño y después de recuperar a Trejo y demás, le dije que sólo faltaba yo (risas). Mi etapa como jugador del Rayo acabó, pero ahora desde la distancia no me pierdo ningún partido y soy un aficionado más. —Tiene un equipo fuerte... —Cobeño ha fichado jugadores que el Rayo necesita y se acoplan a lo que Míchel quiere. —De Tomás lleva 19 goles. —Ha venido con hambre, sabe lo que quiere y es un goleador nato. Ojalá se ascienda y el Rayo haga un esfuerzo por él y pueda continuar, tiene un futuro prometedor.

—¿Cómo fue el momento de hacer la maleta la pasada temporada y despedirse del Rayo? —Me tuve que ir de un club al que amo y lo hice llorando. El Rayo es muy especial para mí. Marcharme así de un lugar al que estaba deseando volver fue duro. No pude demostrar quién era ni disfrutar con mi Rayo. —¿Se arrepintió de volver? —No. Quería volver a casa y el cariño de la afición lo sentí desde el primer día hasta el último. Mi peña siempre ha estado ahí. Las cosas no salieron como quería. La lesión en el tobillo me tuvo apartado mucho tiempo en Primera, el equipo bajó... Hice borrón y cuenta nueva y traté de hacer una pretemporada buena, pero las circunstancias fueron las que fueron y choqué contra un muro. Sabía que iba a tener pocas oportunidades. Amo jugar al fútbol y tenía que salir para disfrutar de mis últimos años. —¿Cómo le va en el Lamia? —Es un recién ascendido y peleamos para no bajar. He hecho 6 goles, he jugado todos los partidos de Liga y mi afición está como loca para que siga un año más. A final de curso lo pensaré, pero aquí estoy genial.