Una final para alcanzar la semifinal

La jornada de Champions enseñó algo al Atleti: todo puede pasar. El Sporting cree

El Atlético viajó a Lisboa con la lección Barça en la cabeza (y casi Madrid) y la ambición de regresar con la semifinal de esta Europa League en su maleta. Que cualquier cosa puede pasar. Que ni un 3-0 ni un 4-1 dan tranquilidad. Su 2-0 de la ida no es sentencia. Simeone sabe que le faltó un gol, que si viajó tranquilo fue por las manos de Oblak y esa parada a Bryan Ruiz al final que hubiera sido el 2-1, y un problema.

El 2-0 es su quinto triunfo consecutivo en la Europa League. También es resultado fetiche: cuando la ida en casa la ganó 2-0 fueron cuatro clasificaciones en cinco intentos (el más reciente en la 2011-12, Vitoria SC, 0-4).

Simeone viajó con 22 futbolistas, tres porteros y cuatro canteranos en su avión, y la idea de que en Lisboa es necesario no encajar o marcar rápido ese gol que faltó en Madrid y que le hará sí, abrazar las semifinales, no sólo acariciarlas. Es la segunda vez en Lisboa desde aquella, la final de la Champions 2014, el gol de Ramos, esa cicatriz. Simeone repetirá hotel. Ya lo hizo cuando regresó un año después, para medirse al Benfica. Volverá a hacerlo hoy. El Intercontinental. Las viejas cicatrices es lo que tienen.

En su cabeza, en principio, está en mantener el equipo hasta ahora. Es decir, Juanfran aunque vuelva Vrsaljko, Savic aunque esté Giménez. Tampoco estos días ha mostrado mucho sus planes. Torres, en el primer partido de la cuenta regresiva que ya serán todos los que quedan en la temporada, antes de su adiós, apunta a banquillo.

Salir y golpear primero es el plan de Jorge Jesús. En medio de una crisis brutal entre el presidente y sus jugadores, el técnico quiere que sólo se hable de fútbol. Sin Coentrao ni Bas Dost por sanción, ayer perdió a Piccini y Carvalho, por lesión.