“Está claro que cuando elegí Valencia elegí bien”

En diciembre de 2017 apostó por un Valencia del que se acababa de ir Prandelli y que estaba en el pozo. Ahora el italiano disfruta del fútbol y del club con Marcelino. Zaza

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¿Le sorprendió el Roma? —Mereció pasar. La cara de sus jugadores era de rabia, fuerza. Di Francesco fue mi técnico dos años en el Sassuolo y sé de su carácter. Ganó 3-0 al mejor equipo del mundo. —¿Mejor o peor pillar el sábado a un Barcelona herido? —El Barcelona es el Barcelona y nos costará igualmente. Iremos con humildad, a pelear. Vamos con la cabeza libre y queremos disfrutar.

—¿Lo del Valencia lo considera un milagro como Marcelino? —¿Un milagro…? Más o menos, pero para llegar hasta donde hemos llegado hemos trabajado mucho. Es el éxito del trabajo y de la unión que hay en el vestuario. Y gran parte de la culpa la tiene el entrenador. Nadie hubiera dicho en agosto que pelearíamos por las primeras posiciones. —¿Qué ha cambiado?

—El vestuario, el club, la afición… todos hemos cambiado de humor, de ilusión. Este es el sitio donde un club como el Valencia tiene que estar.

—Y este es el Valencia por el que usted apostó, porque hay que recordar que hace año y medio fichó por un Valencia del que acababa de irse el entrenador (Prandelli), el director deportivo (Pitarch) y que estaba en el pozo. —Yo llegué en un momento difícil. Lo era para mí y diría que más difícil aún lo era para el Valencia. Elegí el Valencia porque me gustaba el club, la ciudad… Elegí bien, está claro (ríe). Dices que yo aposté por el Valencia, pero el Valencia también lo hizo por mí, porque yo estaba en un mal momento, no marcaba goles en la Premier… y aún así me llamaron. Ahora, claro, todo es increíble.

Carácter “Yo no soy rebelde, soy instintivo, pero hasta veo menos tarjetas”

—¿Zaza es un chico rebelde? —Yo no soy rebelde. Otra cosa es que alguna vez me enfade. Es normal. Soy una persona instintiva. Pero yo soy tranquilo. Me puedo equivocar, como todos. Pero he mejorado en eso. También en mi comportamiento en el campo. Ahora veo menos tarjetas.

—¿En qué más ha cambiado?

—En la movilidad. Marcelino me pidió que me asociara más. He mejorado. — ¿Está en el mercado?

—Eso dice la prensa. Me lo dice el panadero (ríe). La gente por la calle me dice que no me vaya, y yo digo, ¿por qué me tengo que ir? Juego, marco goles, podría marcar más, sí, pero me va bien, en un club grande, una ciudad preciosa, se come bien… Yo no quiero irme.