Dolorosa derrota del Barça en Roma
Derrota de las que duelen y no sólo se recuerdan sino que se evocan durante mucho tiempo. Por los aficionados propios y por las aficiones rivales. Un Barça bien situado hacia el triplete se dejó gran parte de su prestigio como equipo sólido y pone en duda el buen trabajo que estaba haciendo Valverde.
Más allá de dejar más claro el favoritismo en la Champions, es un batacazo de consecuencias impredecibles. Porque ataca a la autoconfianza, a la planificación del club y a la estabilidad del cuerpo técnico .
Un Roma con fe y físico que ganó con fútbol del de siempre: juego directo hacia su delantero tanque Dzeko, que aprovechó como nadie los desajustes defensivos. Por otra parte los defensores de poner gente en los palos en los córners y de defender al hombre o mixto mejor que en zona pura, tienen un nuevo icono en forma de imagen. El tercer gol romano ilustra perfectamente las desventajas de no hacerlo .
Se critica ahora todo de Valverde: los cambios y las rotaciones. Con la Liga ganada, bien haría en dar oportunidades a los menos habituales e incluso a gente del filial. Hace falta hambre que acompañe a la calidad de la plantilla. El hambre suele venir de la cantera, tan olvidada últimamente. Alberto Rodríguez Ferreras
Burgos