Lim sienta las bases de su quinto proyecto che
El club negociará ampliar el contrato a Marcelino
Las estancias de Peter Lim por Valencia son contadas e intensas. Los gestores del club aprovechan la visita del dueño para ponerle al día y, sobre todo, para planificar el futuro. Ayer hubo cónclave como se esperaba. De nuevo en el hotel Las Arenas, con el Mediterráneo de fondo. Idéntico escenario al de la última vez, una reunión acontecida en noviembre de la que salió el “sí” al fichaje de Francis Coquelin. Pero esta vez con cambios entre los comensales. Entró Pablo Longoria y salió Marcelino. No estuvo el técnico, al menos en cuerpo, porque en mente y alma sí lo estaba.
La reunión de Las Arenas escenificó el nuevo organigrama del Valencia, una estructura pulida con el fichaje de Pablo Longoria. Marcelino, que estaba en Paterna preparando la sesión vespertina, no estaba presente aunque sí al corriente de todos los temas a tratar. Pablo Longoria, al que no conocía Lim, además de presentarse, expuso un modelo y un proyecto del que previamente le había informado Anil Murthy al dueño. Simplificándolo, Marcelino pide sus necesidades; Longoria las busca; Alemany negocia; Lim decide. Los tres primeros escalones bajo el paragüas del consenso y con Anil Murthy de filtro con
Singapur.
Lim, que también ha estado en las últimas horas con Marcelino, cuya renovación fue uno de los temas que salió en la planificación, aunque ninguna duda había el respeto, se marcha de Valencia tras haber remarcado a Alemany las pautas financieras y tras escuchar de Longoria su modelo de captación. Este se ajusta a lo que Lim siempre ha tenido en mente: captar jóvenes con talento en mercados emergentes. Respecto al entrenador, el Valencia negociará, una vez acabe el curso, ampliarle mínimo un año más (su actual contrato acaba en 2019). Tienen luz verde.
El Valencia, como bien apuntó Marcelino, no le pone el cartel de intransferible a ningún futbolista. Tiene que traspasar por mínimo de 45 millones para cuadrar presupuesto y en mayo, además, salvo que prospere el recurso, va a tener que pagar 23,4 millones por la sanción de la Comisión Europea. Ni tan siquiera Rodrigo Moreno está fuera del mercado, aunque su cláusula asciende a 120 millones, lo que hace que el Valencia tenga la sartén por el mango ya que obliga a cualquier club que pudiera estar interesado a negociar. Mazinho, su tío, afirmó en este sentido que su familia está al corriente de que varios equipos le quieren y apostilló que “nunca se sabe” qué puede pasar en el mercado.