AS (Sevilla)

Carolina hace historia y Huelva estalla de alegría

La onubense puso el broche a una semana mágica con su cuarto Europeo

- JUANMA LEIVA

YCarolina Marín lo consiguió. En su Huelva natal, ante su familia, sus paisanos y en el pabellón que lleva su nombre. Lo que todo el mundo esperaba y ella tenía que lograr sola. Conquistó su cuarto título europeo consecutiv­o, algo que nadie había hecho en la historia, realizando una final perfecta, espectacul­ar, cumpliendo las expectativ­as de los más de 4.000 espectador­es que abarrotaro­n las gradas. Derrotó a la rusa Kosetskaya por un claro 21-15 y 21-7 en apenas 35 minutos. También venció a la presión.

Huelva tenía ganas de fiesta. Después de recibir con una deportiva ovación a la rival, el recinto estalló, puesto en pie, para recibir a su heroína. Emocionant­e.

Y ella respondió arrancando el encuentro de manera más agresiva que en el resto del torneo. Más tranquila, también. “Lo habíamos planeado todo, lo que debía pensar cuando saliera a la pista, en el calentamie­nto, lo que se tenía que repetir cuando parara a beber agua…”, reveló luego su técnico, Fernando Rivas. Funcionó. Dominó el primer tramo del choque con mano de hierro (11-7). Una defensa fantástica a un smash de Kosetskaya dejó al público boquiabier­to y encarriló el primer set.

Quizá fue el partido más completo de la andaluza en toda la semana. Sin fisuras. La segunda manga la inició como un ciclón (71). Un parcial que dejaba casi decidida la final, pero la onubense ya había dejado claro que casi lo menos importante era el título: deseaba que sus paisanos disfrutara­n. ¡Y vaya si lo hicieron! En los últimos minutos sacó a relucir un repertorio inagotable de golpes, como si además de disputar una final continenta­l estuviera dando una clase a los niños, que eran mayoría en las gradas. Todos disfrutaba­n. Ella también.

Lágrimas. Y así logró su sueño. El título más especial de la que pasará a la historia del deporte español como una auténtica pionera. Tras el último punto no pudo aguantar todos los nervios, emociones, presión... que llevaba soportando durante la semana y estalló en lágrimas. La mujer que triunfó en un deporte semidescon­ocido en España para pasear el nombre de su tierra por todo el mundo. La reina del bádminton. La reina de Huelva.

Sólida Se guardó para la final su mejor partido del torneo

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Huelva abarrotó el pabellón Carolina Marín.
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EN LO MÁS ALTO. Carolina Marín saluda desde el podio al público de Huelva tras colgarse el oro europeo: “Estaba muy emocionada, tuve que contenerme para no romper a llorar”.
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