“Pienso en el Atleti, no en mí”

Torres se reunió con Jorge Valdano en BEIN Sports para hablar de su adiós del Atleti. Y también de Anfield y de ese brazalete que aún tiene de Kiko. De qué fue debutar con 17 años y tener que irse a Liverpool por pensarse un freno. De eso que llenará por siempre su piel, el sentimiento rojiblanco.

➥ Valdano: ¿Por qué no jugaste para el Madrid? —Torres: Después de tantos años es obvio. Nací atlético, crecí atlético y era mi destino. —Tenías 17 años apenas cuando debutaste.

—Y me ayudó a no darme cuenta de lo que significaba, la responsabilidad que conlleva. Jugar con esa liberación me vino bien. Lo recuerdo con cariño. Debutar con el Atleti. Con eso ya había tenido suficiente. Todo lo demás ha sido un regalo.

—Admirabas a Kiko, que te regaló su cinta de capitán el día del Albacete ¿La guardas? —La guardo. Me regaló el brazalete, todos estaban en el vestuario: “Este niño que ha venido aquí y lleva dos semanas entrenando…”. Y que no sabían ni mi nombre. Por eso de ahí viene El Niño. Niño pasa, niño muévete... —Hay que hablar de Luis. Te metió una exigencia…

—Con Luis creo que me paso cosas que te pasan con un padre. Te vuelve loco y te exige y te dice cosas que no estas entendiendo, y tú sólo quieres que se acabe esa charla, te supera. Y con el tiempo recuerdas esos consejos a diario. Me pasa hoy. —¿No regalaba un elogio? —No, nunca. Era muy exigente, me hizo sufrir mucho mi primera temporada con él.

—Te consolidas en el Atlético, pero llega un momento que ves que tarda en mejorar, ¿no? Y te atrae Inglaterra… —Yo quería estar en el Atleti toda la vida, en el crecimiento, Europa. Pero ese proceso se hace cada vez más largo y tengo la sensación, el año de irme, de yo puedo ser un freno. Que todo esta tan centrado en mí, que quizá no sea positivo para el crecimiento del club. Es la primera vez que siento que debo sacrificar mis sueños y a mí. Porque yo solo quería estar ahí, el Atleti es más importante. —Y llegó a Anfield.

—Recuerdo el primer partido, ante el Chelsea, no escuchaba nada. Reina vino: “Mira, esto es lo que tú te mereces, disfruta”. Y en el segundo partido le dije: “Pepe, yo creo que en este campo marcaré cada día”. En Anfield yo me sentía imparable. —Cuando volviste al Atleti y recibió un Calderón lleno...

—Y fue espontaneo. Se había abierto una puerta para que la gente pudiera entrar y al final abrieron todas. De camino me llamaban amigos: “Oye, que se está llenando...”. El mejor día de mi carrera. Todos habían ido allí para decirme hola, sin fútbol: es más de lo que yo pude soñar. —¿Te esperabas encontrar un equipo tan fortalecido? —Lo seguía desde fuera pero desconocía lo estructural. Encontré un equipo con una ambición y una humildad increíble. Simeone supo transmitir el creer de verdad. Luis nos había enseñado en la Eurocopa a creer de verdad, no sólo decirlo. Y los Gabi, Raúl García, Godín, Koke, Saul… yo veía en ellos que querían seguir ganando. Son la clave de que esto haya funcionado tanto tiempo. —¿Te gusta el Wanda? —¡Claro! Es el fruto del trabajo de mucha gente. Yo no había conocido otro estadio, y el cariño que yo le tengo al Calderón permanece intacto pero hay que estar abiertos al cambio.

—Y ya dices que te vas. No vas a tener más remedio que emocionarte...

—Seguro. Me emocionan las imágenes de la vuelta y el último día será muy duro por eso no quiero pensarlo. Prefiero disfrutar de lo que me da cada entrenamiento. Suelo ser de los primeros. Llego y saludo a toda la gente que trabaja allí. El perder esto va a ser algo que voy a echar mucho de menos. No lo voy a volver a ver. Esto no es un hasta luego, es un adiós de verdad. Pero quiero disfrutarlo, quiero vivirlo. Avisar con tiempo a la afición era mi obsesión. —Volverás...

—Ese es el compromiso que tiene Miguel Ángel y a ver lo que me propone. Cuando uno es futbolista no quiere pensar cuando ya no lo sea. Yo me encuentro bien, con piernas y cabeza de jugar, espero, varios años. Cuando estás tan identificado los caminos se vuelven a encontrar. Pero me gustaría ayudar a crecer el club desde un sitio de importancia: quiero lo mejor para el Atleti. He sacrificado dos veces lo que yo más quiero, que es jugar aquí, por lo que entiendo que es el bien del club, y lo haría una tercera y una cuarta. Siempre pensaré en el Atleti y no en mí.

El año de irme, 2007, tuve la sensación de que yo podía ser un freno para el crecimiento del club”

En Anfield me sentía imparable; al segundo partido se lo dije a Reina: ‘aquí marcaré cada día”