AS (Sevilla)

Las antípodas en Bilbao

El Athletic deprime y el EuroBetis irradia alegría

- ALFONSO HERRÁN LA PREVIA

EI Athletic palidece ante el espejo del Betis. En realidad, muchos equipos de LaLiga miran con envidia sana a este conjunto de Setién que atraviesa uno de sus mejores momentos en años. Y claro, si el que figura al otro lado de la balanza es este grupo que ha vaciado San Mamés, la cosa aún es más abrumadora.

Salvado matemática­mente en la jornada anterior gracias al último servicio de Valverde a la causa, es decir, el triunfo del Barcelona en Riazor, ya sin opciones europeas y después de dos dolorosas derrotas ante el Levante en su feudo y en el derbi de Anoeta, no parece el Athletic demasiado capaz de ponerse a la altura de este EuroBetis subido a la ola positiva de la mano de Quique Setién y su ayudante Eder Sarabia, el hijo de Manolo, en un viaje que siempre le emociona porque regresa a casa.

En Bilbao la gente pide a gritos que acabe el curso. Antes había peleas por reciclar los carnets de socios que no podían ir al campo y ahora casi hay que poner una pistola en la cabeza al personal para colocarlos. La lesión de Balenziaga invita a una nueva oportunida­d de Saborit y las sanciones de De Marcos y Raúl García hacen pensar que Lekue y el recuperado Muniain ocupen su puesto. Regresa Aduriz tras superar la contractur­a en la zona lumbar, pero si Cuco sigue con la idea de morir matando, le volverá a aparcar en el banquillo. Si al final juega podría verse un pulso de viejas glorias con Rubén Castro, máximo goleador en la historia bética, que puede igualar o incluso superar a Poli Rincón en Primera.

El derbi. Setién pensará en el derbi sevillano de la próxima semana y podría reservar a varios tocados que sí han viajado (no lo hizo Guardado) y también apercibido­s como Mandi o Junior. El Betis, auq ha caído en sus tres últimas visitas a Bilbao, viene de ganar 7 partidos y empatar otro en las últimas ocho jornadas, lo que le hizo clasificar­se matemática­mente para Europa la pasada jornada y estar muy cerca de ser quinto o sexto como mínimo.

El técnico cántabro, que el año pasado aparecía en algunas quinielas rojiblanca­s, ha movido a toda la plantilla y se ha sacado varios canteranos de la chistera. El mejor, Fabián, al que miran Madrid y Barcelona y que es el más indiscutib­le del equipo.

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