A Heliópolis sin GPS ni traductor
Muchas cosas han cambiado en el derbi sevillano desde el disputado en el Sánchez Pizjuán. Principalmente, que después de mucho tiempo la clasificación indica que el Betis es favorito para hacerse con la victoria y que llega con unos deberes hechos que el Sevilla anhela. Mientras, en Nervión también han cambiado cosas y eso es a lo que se agarra la afición sevillista para creer en otro asalto al Villamarín. Principalmente, que al encargado de la plantilla y a su cuerpo técnico no les hará falta ni un GPS para llegar al estadio bético ni un traductor que le explique lo que es el derbi sevillano y lo que debe o no debe decir en una sala de prensa.
El regreso al pasado que ha supuesto la llegada de Caparrós y sus ayudantes ha abierto la puerta de la esperanza en Nervión. El utrerano ni marca goles ni hace paradas salvadoras, pero ha sabido darle al equipo y sus seguidores lo que necesitaban en un tramo final que parecía una Calle de la Amargura que sólo podía acabar en Calvario. Caparrós sabe cómo juega el Betis, dónde están sus virtudes y defectos, dónde hay que tocarle a cada futbolista para que salte al campo como si fuera el partido de su vida. Y, a diferencia de con su antecesor en el cargo, ganar el derbi ahora sí “es una posibilidad”. Complicada, como complicado es ganarle al quinto en su casa, pero posibilidad.