Ganar por los del 86 y por el Niño

Hace 32 años el Atleti de los Arteche, Ruiz, Marina, Quique, Julio Prieto y compañía jugó la final de la Recopa en Lyon. Era un equipo muy querido por los de mi generación, pues estaba compuesto por futbolistas que crecieron en la cantera. Esto de la Academia, la Fábrica, la Masía y compañía no es nada nuevo. Entonces el Atlético tenía jugadores de primer nivel formados en su casa. Merecieron ganar un trofeo europeo, pero en la final se toparon con un Dínamo que no dio opción. Para los chavales de entonces supuso una decepción, pero nada empañó lo realizado por el equipo. Entonces no pude ir a Francia y vi con envidia por televisión la marea rojiblanca. ‘Algún día el destino me dará esa oportunidad,’ pensé. Y sí, más de 30 años después, estoy en Lyon y conmigo miles de atléticos que recuerdan aquello.

El Atlético es ahora un club mucho más grande, una potencia europea con futbolistas pretendidos por los clubes más importantes del mundo. Un Atlético con carácter mundial a diferencia de aquel que era más español. En 32 años nos ha cambiado la vida a muchos y yo recuerdo a los que ya no están, a los que no podrán vivir las emociones de hoy. Ellos lo verán desde el tercer anfiteatro. No, no es una final más. Es diferente. Después de lo sucedido en las de Champions, al Atlético le toca ganar. Levantar un nuevo título, volver a Neptuno. Por todos, por los que jugaron en 1986, por los muchos que estarán en Lyon y por los que no pudieron acudir, por nuestro Niño que puede ganar un título con el Atleti justo antes de marcharse... Lyon debe entrar en la historia de nuestro club. Y tiene que ser por haber ganado otro título continental.