Chaves pierde sus opciones en el Giro tras ceder 24:51
Iba segundo y se descolgó Mohoric ganó fugado
Cuando el Mitchelton recibía en la ceremonia del podio el premio al Super Team, con el líder del Giro, Simon Yates, dos de sus escuderos, Mikel Nieve y Jack Haig, y unas sonrisas forzadas, Esteban Chaves, compañero y segundo clasificado hasta Gualdo Tadino, aún no había llegado a la meta. Cedió 24:51 con ellos y el resto de los favoritos… y 25:25 con el vencedor, el valiente esloveno Matej Mohoric. Y mientras Mohoric estrenaba su casillero de victorias en la carrera (el cuarto de su país, junto a Mezgec, Polanc y Roglic), Chaves perdió todas sus opciones de una manera sorprendente y estrepitosa. Dumoulin pinchó y Carapaz cambió de bici, sin consecuencias. Aunque Yates picó tres segunditos en un sprint bonificado.
El director, Matt White, achacó la minutada a las alergias y al polen, pese a que llovió y limpió el ambiente. El colombiano no puso ninguna excusa: “Me encontraba vacío, sin fuerza en las piernas, y me descolgué en la primera subida”. Simon Yates resultó más gráfico en sus declaraciones: “Después de un día de reposo desconoces de qué forma responderá tu cuerpo a la inactividad”. Nada hacía presagiar tal debacle. En la segunda jornada de descanso estuvo sonriente y confiado. Bromeó con los medios y se mostró atento frente a preguntas y a fotografías. Antes de tomar la salida en Penne incluso calentó y rompió a sudar en el rodillo. En el Mitchelton sabían de la importancia de la etapa, la más larga del Giro 101 (244 kilómetros tras una modificación de última hora), así que revisaron el terreno quebrado de los primeros 100. Sin embargo, Chaves naufragó.
Todo lo contrario que Mohoric. Campeón del mundo juvenil en 2012 y Sub-23 en 2013, le costó adaptarse al profesionalismo. Pero a los 23 años ya presume de triunfos en la Vuelta de 2017 y en la Corsa Rosa. “Me siento lanzado”, confesó exultante. Por su parte, Rafa Valls se convirtió en el primer español en abandonar. El alicantino se cayó y se llevó un fuerte golpe en las costillas. Le trasladaron al camión radiológico de Gualdo Tadino, donde descartaron posibles fracturas. Mala suerte en su regreso a una ronda de tres semanas (en la que marchaba 26º y asomaba con los mejores en la montaña) después de dos campañas en blanco para el Lotto Soudal por culpa de las lesiones.