“Con VAR, menos violencia, simulaciones y protestas”
Velasco Carballo: “Interviene una vez cada tres partidos”
El excolegiado y presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la RFEF, Velasco Carballo, lideró ayer una jornada histórica en la que su estamento instruyó a los medios en el Proyecto VAR y ofreció declaraciones después de años encerrado en un búnker. En las cuatro horas de puertas abiertas en Boadilla, organizadas entre LaLiga y la RFEF (otra novedad), Velasco Carballo, “sin querer convencer a nadie”, analizó los efectos positivos del VAR: “Disminuirá la violencia, los jugadores van a dejar de protestar y habrá menos simulaciones”.
Para demostrarlo, dio datos: “En Italia ha habido un 43% menos de simulaciones y un 30% menos de tarjetas por protestar. Si conseguimos que no haya conductas violentas… Un jugador no hará algo con 20 cámaras que le están viendo. Con el VAR será fácil detectarlo”.
Velasco Carballo defendió la figura del árbitro: “Los nuestros se equivocan poco porque son muy buenos. Son personas y no máquinas”. Y aclaró el panorama que se les presenta a los de Primera desde agosto: “Los que piten nunca pedirán el VAR salvo en un incidente grave que pase desapercibido. Tendrán la primera y la última decisión. Otros dirigirán el VAR cada jornada con un ayudante (AVAR) y dos operados de vídeo, pero ellos no deciden: asisten y no arbitran. Funciona como un seguro en caso de accidente”.
El instructor FIFA dio más detalles: “No hay que pedirle al VAR lo que no pueda dar porque habría frustración. No va a intentar solucionar cada polémica. Interviene una vez cada tres partidos (en casos de gol, penalti, rojas directas y confusión de identidad). Lo principal es que la decisión sea correcta y luego rápida. Ya sé que no es la solución perfecta, porque seguirán los errores, pero el fútbol ha existido sin el VAR y seguirá funcionando”. Y añadió: “Queremos interferencia mínima y máximo beneficio. No entra en jugadas opinables. Si no interviene en toda una jornada sería el mayor éxito”. Aun así, también admitió las limitaciones: “No es infalible. El problema es decidir cuándo algo es dudoso o claro. No tiene solución. Le pedimos a cada árbitro que, si duda, no intervenga”.
El problema “Decidir cuándo algo es dudoso o no. No es infalible” El problema “Pedimos a cada árbitro que, si duda, no intervenga”