Victoria de Di Grassi y Bird aprieta a Vergne
El brasileño, tras un año aciago, dio un recital de adelantamientos para ganar, y el británico se queda a 23 puntos del líder francés
Junto a un enorme lago salpicado de barcas y de gente disfrutando de los primeros días de calor. Merecía la pena tanta espera para los suizos si detrás de su prohibición a las carreras esperaba este gran escenario. Zúrich, en todo su esplendor, se ha ganado ya a la Fórmula E. La llaman ‘La Pequeña Mónaco’, no por su tamaño, sino por sus vistas de postal. Ellas garantizaban el espectáculo fuera de la pista y otros lo hicieron dentro…
Di Grassi y Vergne fueron los nombres propios. Ambos hicieron vibrar a los espectadores que llenaron al circuito, entre los que estaban Fittipaldi, Massa, Webber o Jean Todt, presidente de la FIA que antepuso la FE a la F1. Mientras, Agag le explicaba a Naomi Campbell la trascendencia de esta cita, brasileño y francés ofrecían una carrera tremenda. El primero, para ganar por primera vez esta temporada, y el segundo, para no ceder demasiado con su gran rival.
Evans logró la primera pole para él y para Jaguar, pero no pudo abrir hueco y siete coches le siguieron en un puño. Se podía ir más rápido y así lo demostró el que partía sexto, un Di Grassi que con gran ímpetu y velocidad se iba quitando rivales de encima en la primera frenada, la más delicada al estar la recta de meta tan plagada de baches que la convertía en una montaña rusa.
López, D’Ambrosio, Bird, Lotterer… ninguno frenó a Lucas. Todos cayeron en sus redes hasta que llegó a Evans y le puso la alfombra roja hacia el triunfo, recordando por qué es
Vergne Llegó a estar séptimo, pero le frenó recibir un ‘Drive Through’
el vigente campeón. Y el que lo pretende ser hizo algo similar. Una clasificación horrible dejó a Vergne en la 17ª plaza de la parrilla, con un mundo entre él y la tercera de Bird, quien sonreía tras la Superpole… y lo hacía más acabando segundo.
A diez vueltas del final, Dirección de Carrera repartió una ristra de ‘Drive Throughs’ por superar el límite de velocidad con bandera amarilla que afectó a cinco pilotos, entre ellos al galo Vergne. Un frenazo a su remontada: llegó a ir 7º y solo rescató un punto. 23 son los que quedan entre Jean-Eric y Sam y los que decidirán el título. Hay que pasar página a esta cita histórica, Nueva York espera con dos carreras y la corona para el cuarto campeón de la Fórmula E