“Cuando puedo gano y cuando no, lo intento”
Alonso está feliz después de haber hecho historia en Le Mans y ahora espera completar la Triple Corona con la Indy 500: “Cuando solo te queda uno te llama un poco más...”
—Felicidades Fernando. Después de tantas decepciones, ¿podríamos decir que Alonso ha vuelto a la historia?
—De alguna manera sí, es un día muy importante e histórico. Después de la victoria de Marc Gené en la categoría absoluta y de Antonio García en GT, volver a tener la bandera de España en el podio es importante y en mi caso, después de unirme en esta aventura con las 500 Millas de Indianápolis, poder ser competitivo junto con los pilotos que son especialistas en estas competiciones me hace sentir muy orgulloso.
—¿Va a dormir con el trofeo? —Quizá sí duerma con el trofeo. Ya lo tuve en Spa conmigo todo el día. Ha sido muy competido y es una gran alegría. —Lo ha logrado en equipo, pero tirando del equipo. Se ha puesto el diez a la espalda y a por todas…
—Hubo un momento por la noche que tuvimos media hora de desconcierto. Íbamos bien y las posiciones estaban medio congeladas hasta ver cómo evolucionaba la carrera sin que hubiese lucha entre los dos Toyota, pero de repente tuvimos un safety car en el que perdimos como 40 segundos por entrar en un momento equivocado a boxes y luego tuvimos la penalización de las banderas amarillas. Nos vimos dos minutos y medio detrás y hubo un momento de pánico, coincidió que me tocaba a mí el relevo. De noche hay algún problema con la temperatura de los neumáticos, bajan un poco. Y yo, que suelo calentarlos un poco más que ellos, sufro cuando hace mucho calor porque los sobrecaliento, pero por la noche suelo sacarles más rendimiento. Además nuestro coche iba un poco mejor en condiciones frías en esta carrera, la configuración estaba prevista para un ambiente frío. —Es curioso cómo cuando hace algo excepcional se quita mérito…
—Me siento orgulloso por el trabajo que hemos hecho de preparación para poder llegar a un campeonato nuevo, los coches nuevos, sistemas nuevos y pudiendo ser competitivos desde el primer día. Al mismo tiempo, somos un equipo de seis pilotos que vamos al mismo ritmo. Que los dos coches hayan acabado Le Mans es un trabajo de todos los pilotos... y que ganase el 7 o el 8 es una situación que elige la carrera. —¿Ese ‘stint’ en la noche lo cambió todo?
—Es difícil saber cuándo cambian las carreras en 24 horas. Hay momentos clave y quizá uno de ellos fue ese, cuando llegó la noche, fue entonces cuando entramos un poco en depresión viendo que perdíamos minutos y minutos y de repente empezamos a ganarlos. —Después de esto ya no le pueden decir que no gana. —En Spa también gané, cuando puedo gano y cuando no, lo intento. Lo que nunca hago es rendirme. Pero sí, posiblemente esta es una de las victorias más importantes de mi vida porque si buscas grandes citas en el deporte mundial te salen las 24 Horas de Le Mans, las 500 Millas de Indianápolis, el Rally de Montecarlo... —Ahora, Indianápolis…
—La Triple Corona sigue siendo un objetivo muy atractivo que solo un hombre en la historia ha hecho. Yo también estoy intentando ganar el Mundial de Resistencia, pero también tengo el Mundial de F1, de alguna manera sería una triple corona. ¿Indy? Es cierto que cuando tienes Le Mans y solo falta uno te llama un poco más... —¿Algo qué decir sobre su futuro?
—Como sabes tengo que pensar después del verano qué puedo hacer pero hoy no quiero ni pensar ni hablar de ello, sería no disfrutar de este momento.
Quizá sí duerma con el trofeo. Ha sido muy competido y es una gran alegría”