Las aficiones americanas ‘ golean’ a las europeas
■ La marea colombiana se hizo notar en su estreno mundialista en Saransk. Una gran ola de color amarillo tiñó las gradas de un estadio que pareció El Campín de Bogotá. La invasión de hinchas de Colombia ha sido masiva estos días en Rusia, como lo está siendo también la de otras selecciones que han aportado colorido al Mundial. Especialmente las americanas. Ocurrió con los argentinos en el Spartak Stadium de Moscú, con los mexicanos en el Luzhniki, también en Moscú, o con los peruanos, en Saransk, el mismo escenario que ayer los colombianos convirtieron en suyo. Los europeos han sido claramente minoría, pese a jugar en casa.
El Mundial de momento suena a Copa América. El idioma que más se escucha es el español. En el metro, en cualquier terraza, incluso entre los periodistas desplazados, se nota que los americanos son mayoría. Ni la cercanía ha hecho que los aficionados de selecciones europeas sean más numerosos. De hecho, apenas hubo 10.000 ingleses ante Túnez en Volgogrado, otros tantos alemanes en Moscú ante México, 3.000 franceses ante Australia en Kazán y el mismo número de españoles ante Portugal en Sochi. Ante Irán únicamente se espera a 1.000 hinchas de La Roja en Kazán, un número muy bajo.
La FIFA anunció hace unos días la venta de 2,4 millones de entradas para la primera fase. La procedencia era un indicativo de lo que está ocurriendo. Los rusos adquirieron 871.797 de ellas. Les siguieron los estadounidenses ( 88.825), aunque no juegan el Mundial y el dato tiene que ver con que muchas empresas de reventa tienen su base en EE UU. El aluvión americano viene a continuación: Brasil ( 72.512), Colombia ( 65.234), México ( 60.302), Argentina ( 54.031) y Perú ( 43.583) están en el Top Ten junto a países de la magnitud de Alemania ( 62.541) o China ( 40.251).
Aficionados peruanos, argentinos y de otras nacionalidades llegan a pedir créditos para poder estar en Rusia. “Llevamos 36 años fuera del Mundial. Se hace lo que haga falta”, comenta Luis, un aficionado peruano que viaja junto a cinco amigos desde Trujillo.