Putin no irá al partido y dejará solo al rey Felipe
Está molesto por el vacío político europeo al Mundial
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, anunció en la mañana de ayer que “desafortunadamente el presidente Putin no podrá ver en directo en el estadio Luzhniki de Moscú el partido que enfrentará a nuestro país contra España, pero como todo el pueblo ruso animará para que nuestro equipo nacional consiga superar la eliminatoria frente a un equipo campeón del Mundo. No será fácil, pero Rusia cuenta con el apoyo de un gran país”.
Al partido sí que asistirá el rey de España, que será el primer líder occidental en acudir a ver un partido de la Copa del Mundo. La Casa Real ha confirmado la presencia de Felipe VI en el partido. El monarca aprovechará para saludar a los jugadores de España y a su amigo Fernando Hierro horas antes del inicio del encuentro en su hotel de Moscú. Los mensajes de ánimo de Felipe VI al nuevo entrenador de la Selección han sido constantes desde que Hierro se hizo cargo del equipo nacional sólo 48 horas antes del primer partido, el que España empató a tres frente a Portugal.
Putin está dolido porque en la ceremonia inaugural del Mundial no tuvo la compañía de los grandes líderes de Europa. Los jefes de Estado o de Gobierno de países como Inglaterra, Alemania, Francia, Italia o España dejaron solo a Putin en el primer partido de la Copa del Mundo, y los gobiernos de Australia, Polonia, o Islandia, entre algunos otros, anunciaron que no viajarían a Rusia durante la Copa del Mundo en protesta por la política exterior de Putin, por los conflictos en Ucrania y Siria y por la política anexionista del presidente de Rusia, que a su vez sólo ha confirmado su presencia en la final de la Copa del Mundo, el próximo 15 de julio en Moscú, sólo un día antes de su cita con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Putin sólo se vio arropado en el partido inaugural de la Copa del Mundo por los presidentes de Bolivia, Paraguay y Panamá y el príncipe de Arabia Saudí, rival de Rusia en el primer encuentro de la Copa del Mundo de 2018.
Fue Inglaterra la que sólo tres meses antes del inicio del Mundial exigió un boicot político al evento tras la llamada crisis de los espías por el envenenamiento del exespía ruso Sergey Skripal y su hija Yulia en territorio británico.
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El monarca quiere saludar al equipo antes del partido ante Rusia