Corinne incumplió su palabra y se casó con un ciclista

■ Gisèle Bardet hizo prometer a sus dos hijas, Isabelle y Corinne, que nunca se casarían con un ciclista. Ya tenía bastante Gisèle con un corredor en casa, además uno de los más populares en la historia del ciclismo, al menos en Francia: Raymond Poulidor. Corinne, la menor, no cumplió su palabra. “Bueno, realmente cuando conocí a mi marido no sabía que era ciclista”, se defiende de aquello.

Corinne estaba de vacaciones de otoño en la Martinica cuando conoció en una discoteca a Adri van der Poel, un clasicómano de los años 80, vencedor en Flandes, Lieja, Zúrich, Tours, San Sebastián, Amstel... También campeón mundial de ciclocross en 1996. Así fue como Adrianus Aloysius Jacobus, que así es su nombre completo, se convirtió en yerno de Poulidor.

En el palmarés de Van der Poel figuran más de cien victorias, entre ellas dos etapas en el Tour: Renazé (1987) y Pau (1988). Esta última fue un sector matinal sobre 38 kilómetros que partió de Tarbes, que figura en la historia como la tercera etapa más corta y como la quinta más rápida (48,927 km/h). Al mediodía partió el segundo sector, ya sobre 210 kilómetros, en dirección a Burdeos. Venció Jean Paul van Poppel. Pero esa noche se iba a hablar poco sobre los dos vencedores del día, porque la televisión francesa anunció un positivo del líder: Pedro Delgado. Aquello no prosperó, pero mantuvo al Reynolds, al Tour ya España en vilo.

Corinne no sólo es hija y esposa de ciclistas. También madre. Sus hijos David y Mathieu también son corredores. Especialmente brillante es el menor, que a sus 23 años ya ha sido campeón mundial (2015) y de la Copa del Mundo (2018) de ciclocross. Tampoco se defiende mal en ruta: es el vigente campeón de su país. La familia reside en Kapellen (Bélgica), pero los herederos compiten por Holanda.