Grecia despierta a España del sueño del oro en casa
Un duro 1-4 en el segundo parcial, lapidario (9-11)
Con las guerreras del agua, capaces de remontar partidos imposibles en un santiamén, la esperanza es lo último que se pierde. Pero hay ocasiones en las que la épica no alcanza para surcar mares imposibles. El 6-9 con el que arrancó el último parcial fue una losa demasiado grande para una España que padeció en defensa como pocas veces y se bloqueó en ataque a no ser que Bea Ortiz o Maica García asumieran la responsabilidad. Las guerreras del agua jugarán ante Hungría por el bronce mañana (20:30). Holanda, con Grecia por el oro. Esta vez el camino a la final estaba vetado con letras griegas (9-11).
El partido se jugó al ritmo de Grecia. Mal síntoma. El 1-1 del primer parcial, con posesiones largas y pocos lanzamientos, era la medicina helena. Pero después de esa tregua, llegó la catarsis. Un 0-4 que rompió Anni Espar de penalti puso el marcador en 2-5, una distancia preocupante al descanso. Lo eran las sensaciones y también otros datos. España solo había anotado dos de sus 13 lanzamientos, y Laura Ester no detuvo ni un remate.
En el tercer parcial, la femenina mejoró, pero a Grecia no le tembló el pulso (6-9). Miki Oca, buscando soluciones, sustituyó a Laura Ester, mejor jugadora de Europa de 2017. Pero ni con esas. Bea Ortiz acabó el partido con cinco goles y las boyas con tres, entre Maica y Leitón, pero a falta de dos minutos de partido, y con 9-11, el ataque español fue estéril y Grecia empezó a celebrar el pase a la final.
La femenina no podrá pelear por el oro, pero sí por su quinta medalla en seis años. Una proeza más que un consuelo.