El Madrid no tuvo defensa: errores en los cuatro goles
Varane y Ramos desafinaron, la medular nunca corrigió...
El escaparate de la Supercopa dejó mal parado al Madrid. Las concesiones defensivas dinamitaron las expectativas de alzar un nuevo título, inalcanzable por errores de gravedad en los cuatro goles del Atlético (ver imágenes inferiores). De punta a punta fue un equipo vulnerable.
Agujero central. Varane y Ramos patinaron toda la noche. Apenas ganaron la mitad de sus disputas y en el quite estuvieron muy lejos de su frecuente fiabilidad (cuatro acertados de diez intentados). Lopetegui apostó por alinear a ambos pese a su justísimo estado de forma. Varane sólo había disputado 60 minutos en el Trofeo Bernabéu, 155’ menos que Nacho en la pretemporada. Lopetegui privilegió la presencia del triángulo de seguridad habitual (Varane-Ramos-Casemiro) y obvió su limitado depósito físico. Al Madrid se le hizo el partido muy largo. El Atleti completó 10 kilómetros más (148 km por 138).
Sin un recuperador. Casemiro estuvo desconocido, fuera de ritmo y de sitio en este 4-2-3-1 de Lopetegui. No hubo ni rastro de su huella como recuperador (únicamente un robo). Sin embargo, su salida en el 76’ coincidió con el desplome del Madrid. Ni Modric ni Kroos ni Ceballos poseen la capacidad de barrer el carril central. El Atleti encontró siempre líneas de pase abiertas a los lados y a la espalda de la medular madridista. Saúl cocinó la verticalidad atlética (14 entregas a Lemar y seis a Correa).
Menos balón. El Madrid se diluyó poco a poco. Los de Lopetegui lanzaron hasta 40 pases hacia la zona de ataque en la primera parte por sólo 17 de su rival. Los papeles se invirtieron en el segundo acto. El Madrid protagonizó 24 entregas de este tipo y el Atleti alcanzó las 30. En los diez minutos previos al 2-2 de Diego Costa, los de Simeone acapararon el balón el 69,6% del tiempo. El Madrid se apuntó una cuota de posesión final del 59%, seis puntos por debajo de su promedio del verano. Desconcertaron sus continuas pérdidas en lugares prohibidos (erró 28 pases en su campo). El Madrid se olvidó del balón y se quedó sin defensa.