Faltó la pegada del año pasado
Faltó pegada. Precisamente, esa virtud que permitió al Betis ganar la temporada pasada bastantes partidos como el de Mendizorroza, en los que el rival apretaba y creaba un montón de oportunidades mientras por ejemplo Loren Morón, como ocurrió en este mismo partido hace pocos meses, decidía para el equipo verdiblanco con un doblete, para que se lograran tres goles en tres o cuatro ocasiones. En Girona, en Getafe, en el Bernabéu, en Málaga, incluso Nervión... Esta vez se llegó mucho más que en todos esos escenarios pero no se acertó nunca. No fue la tarde ante Pacheco del delantero marbellí ni tampoco la de Sanabria, Canales (el mejor en verdiblanco) Guardado, Inui y Francis.
Estos dos últimos jugadores, japonés y malagueño, fueron las sorpresas en la alineación. Menos el carrilero, porque ya conocemos a Quique Setién: es cabezota para lo bueno (mucho) y también para algunas cosas poco comprensibles, no diré que malas. Barragán, cuyo estado físico cuentan a este periodista que es bueno, fue en la 2017-18 la llave que abrió muchos partidos. Ante el Levante salió en los minutos finales y llegó dos veces con cierto peligro a la línea de fondo. Ayer se quedó en el banquillo. Uno no sabe si porque a Setién le gusta más de verdad Francis o porque en realidad quiere otro lateral derecho.