Craviotto y Toro: aperitivo de plata en K2 antes del K4
Bronce para Peña, Cubelos, Millán y Roza en K4 1.000
Los campeones olímpicos Saúl Craviotto y Cristian Toro sumaron la tercera medalla para España en los Mundiales de piragüismo de Montemor-o-Velho (Portugal) con su plata en K2 200. La primera había caído el viernes, con otra plata para Iñigo Peña y Paco Cubelos en el K2 1.000, distancia que estará en Tokio 2020. El vasco y el castellano-manchego lograron colgarse también un bronce en la jornada de ayer en el K4 1.000 paleando con Pelayo Roza y Rubén Millán.
Sprint. Los españoles no fueron en puestos de podio hasta los últimos 250 metros, en los que apretaron para entrar por detrás de los campeones alemanes Gecso, Thordsen, Schopf y Reuschenbach (2:57.947) y los eslovacos Balaz, Tarr, Vlcek, y Jakubik (+0.967). Para España fue un bronce (+1.394) que redondea el excelente Mundial de Peña y Cubelos.
Desgraciadamente, el trepidante sprint a dos de Craviotto y Toro sale del programa olímpico. Por eso, el catalán y el gallego han sumado esfuerzos en el K4 500 galáctico junto a Marcus Cooper y Rodrigo Germade, que vivirá su final hoy (14:25 h, TDP).
El hipercompetitivo Saúl Craviotto, de 33 años, no ha perdido el hambre. Después de pensar en dejarlo tras Río 2016, se proclamó MasterChef de los fogones. Cristian Toro (26 años) tuvo claro que su opción era el K4, al que después se sumaría Craviotto tras un durísimo proceso de selección.
En Portugal, compitieron contra kayaks centrados sólo en los 200 metros. Venían de ser campeones de Europa en Belgrado y, con la mente puesta en el K4 500, fueron capaces de subir al segundo escalón del podio. El oro fue para los húngaros Mark Balaska y Balazs Birkas (31.873), que salieron como un obús y fueron capaces de sostener la velocidad ante la remontada de los españoles, a los que les faltó poco (+0.260) para alcanzarles.
Un aperitivo sabrosísimo antes del gran banquete del K4. Dos horas después de subir al podio en el que Toro pidió matrimonio a su novia (van a ser padres), lo hicieron sobre el K4 para dominar su serie y lograr el pase directo a la final evitando el desgaste de una semifinal. “Borrón y cuenta nueva. El K2 no lo hemos preparado y el K4 es a lo que hemos venido y en lo que llevamos centrados todo el año”, advirtió Craviotto. Llegó el día.