A golpes bajo el sol
Intenso derbi con goles de Roger (dos), Cheryshev y Parejo
Sombreros, gorras o paraguas; abanicos, periódicos o cartulinas. Todo objeto era bueno para taparse del sol y airearse. Hacía calor, sofocante por momentos, aunque se podía estar, se pudo jugar. Vaya si se jugó. Los golpes no fueron de calor sino de fútbol. Empate a goles y a méritos.
El Levante fue mejor hasta el descanso. En especial Morales y Roger. Liebre y cazador se unieron contra el Valencia. Uno mareó, otro golpeó. Pero los de Marcelino, con uno más tras expulsión de Coke (76’), despertaron gracias a un penalti de Toño sobre Carlos Soler e incluso tuvieron la victoria a tiro en sendos palos de Gameiro. Finalmente el derbi acabó en tablas y también con las existencias de agua.
El Levante, en ataque, se movió al compás de Morales. Su estilo es vintage, desaliñado, corre como si le obligaran a hacerlo, cabeza gacha y zancadas descompensadas. Pero su estilo es lo de menos, lo de más es su influencia. Arranca y sólo tiene un fin. Recuperó el balón en su campo tras craso error de Parejo, aunque quien iba a pensar que cometerlo allá iba a tener tal castigo; caño a uno (Wass); por el camino dejó a cuantos le entraron (Parejo, Diakhaby y Soler); y en cuanto pisó el área asistió a Boateng, que remató al cuerpo de Neto, si bien despejó donde no debe hacerlo un portero y Roger no perdonó.
De Roger fueron los dos goles locales. Uno de cazador, otro con clase. La de Bardhi con su pase de 40 metros y la del ‘9’ por su control con la zurda y su preciso remate con la derecha. Ese gol ponía de nuevo al Levante por delante en el marcador. Cheryshev había empatado el choque al poco del 1-0 de cabeza, un gol que le viene bien ahora que Guedes ya está por Valencia.
Paco López tuvo el partido controlado hasta el descanso. Se jugaba dónde el Levante quería. El Valencia añoraba a Kondogbia. También a Parejo, aunque éste sí estuviera sobre el césped. Entre Prcic y Campaña se bastaban para maniatarle a él y a Wass. Rodrigo aparecía con peligro, pero poco, y ni Piccini ni Gayà hicieron suyas las bandas. Sólo Carlos Soler mantenía el tipo en la medular.
El Valencia perdía el balón en las más y el Levante hacía lo que más le gusta: contragolpear, buscarle las cosquillas, agitar al rival. Cinco goles lleva encajados el Valencia y el larguero evitó otro de Morales. Demasiados para ser un equipo dirigido por Marcelino.
De Boateng al penalti. Bien pudo quedar sentenciado el derbi si Boateng hubiera aprovechado recién iniciada la segunda mitad un error de Diakhaby. Pero el ghanés se llenó de balón y poco después Toño cometía penalti sobre Soler. Parejo lo transformaba y ahí el derbi cambió de lado. Empezó el show de Marcelino en la zona de técnicos, propia de Lo que el Ojo no ve.Y fue a grito pelado del asturiano como los blanquinegros empezaron a imponerse en los balones divididos. Recuperaban antes, corrían más. Fue entonces cuando Gameiro se topó con el palo y el travesaño, cuando fue expulsado Coke y cuando el Valencia mereció llevarse el derbi, como lo hiciera el Levante en la primera mitad.
Méritos El Levante fue mejor hasta el penalti de Toño sobre Carlos Soler