Borja Iglesias rompe el techo del Espanyol
Rubi volvió ovacionado a Huesca y se fue segundo
Llegó Rubi a Huesca entre abrazos de quienes se reencontraban con el artífice del ascenso azulgrana, hace cinco meses, y se marchó con la mochila sin un solo hueco libre en el que acumular más homenajes y hazañas. La del presente tiene al Espanyol, nueve jornadas después del aterrizaje de su preparador, como segundo clasificado de Primera, con 17 puntos y sólo por detrás del Barcelona. Una situación que no se daba desde la misma fecha de la campaña 1997-98, con Van Gaal en el banquillo culé y Camacho, en el perico. Hoy por hoy, LaLiga es un derbi.
Con un 4-4-2 de entrada y sin Melero se estrenó Francisco en un Huesca que trató de agradar a su técnico y de incomodar al Espanyol, como un jersey tan nuevo que pica a quien lo viste. A los de Rubi la espesura les duró lo que tardó Sergio García en dar un pase magistral a Dídac, que le entregó el 0-1 a Borja Iglesias, archienemigo de los oscenses la temporada pasada. Su pleno de eficacia se sublimaría a la hora de partido, tras culminar el ‘Panda’ una contra para establecer el 0-2.
Entró el VAR para advertir una posible agresión de Dídac que se resolvió con una amarilla, en una pausa que acabaría perjudicando a un Huesca que ni con cambio de técnico abandona por ahora el vagón de cola. Quizá porque su maquinista ya no es Rubi.