Lopetegui: humillación y finiquito

Lopetegui, que quedó como un traidor para medio país por cumplir el sueño de entrenar al club de su vida, fue despedido con un humillante comunicado que exculpa de toda responsabilidad al presidente por su lamentable labor de director deportivo y le viene a decir que ha sido incapaz de sacar rendimiento a una plantilla gloriosa. Así ha pagado Florentino al tipo que arriesgó su futuro profesional en puertas de un Mundial para ocupar un puesto que antes habían rechazado al menos cinco compañeros de profesión. En cuatro meses ha pasado de ser respetado por todos a abandonar una concentración en Rusia con nocturnidad y alevosía y ser echado casi a empellones del Madrid. Un cuadro. Y todo por fiarse de un presidente que si pudiera prescindiría de los técnicos porque no cree en ninguno.

La pantomima de hacerle ponerse el chándal para dirigir una ultima sesión con su cadáver deportivo todavía caliente fue el último episodio del esperpento. Es evidente que la plantilla da para más, pero el principal error de Julen ha sido tragar con todo desde el primer día con tal de ocupar el banquillo del Bernabéu.

Bueno, con todo menos con Vinicius. Un entrenador de más fuste hubiera puesto más condiciones para no estrellarse en la primera curva y Lopetegui no lo hizo. Desde el primer día en Valdebebas se dio cuenta de que faltaba plantilla y el club ignoró sus peticiones y le trajo a Mariano de milagro y casi en el descuento. A veces es mejor dar un paso al frente y salir con la cabeza alta y las verdades bien dichas que con un suculento finiquito en el bolsillo y la sensación de que te han tratado como a un pelele.