Los videojuegos, uno de los problemas de Dembélé
El retraso del pasado miércoles llegó tras una noche en vela
Estirando del hilo y atando varios cabos, el Barcelona ya ha empezado a hacerse una idea de lo que ocurrió la semana pasada con la ‘espantada’ de Ousmane Dembélé. La noche del miércoles, el delantero blaugrana reunió a sus amigos en su domicilio particular de la zona alta de Barcelona para jugar con la consola de videojuegos. El problema es que al final perdieron la noción del tiempo y acabaron la partida a altas horas de la madrugada.
Dembélé se olvidó de activar la alarma del despertador en el móvil y se fue a dormir. Finalmente quien le acabó localizando fue el delegado del club, Carlos Naval, al filo de las 11:30 horas cuando el entrenamiento era a las 11:00 horas.
El jugador, consciente que había metido la pata hasta el fondo, se excusó alegando que tenía “mal de barriga”. Un doctor del club acudió por la tarde al domicilio del jugador constatando que el delantero se encontraba ya plenamente recuperado de esas supuestas molestias estomacales.
En la reunión del pasado lunes entre el club y el representante del jugador se abordó este tema y la forma de solucionarlo. Dembélé dispone de un chófer proporcionado por la entidad, pero no está todo el día con él, mientras que el cocinero francés que le puso el club para controlar su dieta fue despedido por el jugador.
Excusa Alegó problemas de barriga, pero no había puesto la alarma